Vida
En busca de los hijos secretos (y oficiales) de Sara Montiel
Hace diez años que falleció la actriz. Antes de la adopción de Thais y Zeus, se dijo que la actriz sufrió once abortos y tuvo dos hijas secretas
La faceta maternal de Sara Montiel esconde incógnitas sin resolver que la convierten en un cúmulo de secretos y vicisitudes que marcaron su existencia. Ante la más que probable imposibilidad de tener hijos biológicos se decidió por adoptar a Thais y Zeus, sus únicos hijos reconocidos, pero antes, según cuenta una fuente de su entorno, «tuvo once abortos y se rumorea que dos hijas secretas. Ella nunca lo confirmó, pero se habla de una mujer que vive en Valencia y otra, en la localidad mexicana de Guadalajara. No existen pruebas, pero no olvidemos el beneficio de la duda».
En México siempre se ha comentado que el primer amor de la española fue Juan Plaza, un compatriota comunista exiliado en aquel país. Y que ese hombre, que después se convertiría en una pesadilla para la actriz, la dejó embarazada. El escritor Israel Rolón-Barada, que próximamente publicará una exhaustiva biografía de la artista, «Sara Montiel. La mujer y la estrella más allá del mito» (Editorial Almuzara), explica que «es cierto que hay una señora mexicana que fue diciendo que era hija de Sara y del actor azteca Pedro Infante, pero nadie se lo cree». Que sepamos, no aporta pruebas coherentes y tan solo aseguró que su presunto progenitor le regaló una pulsera de oro de Sara. Incluso presume de parecerse físicamente «a mi madre», cuando en realidad no se ve por ninguna parte ese parecido.
Igualmente, Rolón-Barada recuerda que «la relación de Sara con Plaza fue tóxica, hasta el punto de que, tras la ruptura, él le hizo la vida imposible y ella abandonó México y se refugió en Hollywood para huir de ese personaje».
Hace ocho años, Jose de la Rosa, que fue peluquero y amigo íntimo de Montiel, declaraba en la revista «Lecturas» que «Sara tuvo una hija con un importante personaje mexicano, cuando ella era muy joven. La niña nació tras una cesárea muy complicada. Al despertar de la anestesia le dijeron que el bebé había nacido muerto».
Fueron muy pocos los que estaban al tanto de ese presunto parto, su hermana Elpidia y su entorno más cercano. Y los rumores apuntan a que le tuvieron que extirpar el útero, por lo que ya no habría podido engendrar nuevos hijos.
Años después se dejó entrever que aquella niña nació viva y fue dada en adopción a un matrimonio valenciano. Lo que nunca se supo es si eso era cierto y si, en algún momento de su vida, Sara tuvo ocasión de conocer a la criatura.
Aún así, en una conversación que mantuve con la artista en su amplio ático de la madrileña calle Núñez de Balboa, me desmintió rotundamente aquel episodio: «Eso que cuentan es falso. Ni fui la amante de Pedro Infante, que era un hombre casado y muy enamorado de su segunda mujer, ni me quedé embarazada. Se inventan muchas cosas… Mis únicos hijos son Zeus y Thais, a los que adopté ante la imposibilidad de tener hijos biológicos por culpa de una enfermedad». También me dijo que de haber tenido a aquella niña «jamás la habría abandonado ni la hubiese dado en adopción».
Thais, la hija discreta
Cumplió su ilusión de ser madre en 1979, cuando, junto a su entonces marido, Pepe Tous, decidieron adoptar a Thais en Brasil, y cuatro años más tarde, a Zeus en Valencia. La primera siempre ha sido una mujer discreta, incluso en su adolescencia no entendía el trabajo de su madre. En una ocasión, contó el periodista Carlos Ferrando, «Thais vio a su madre grabando un videoclip y dijo de ella que estaba ridícula, a lo que Carlos le respondió: “Cielo, ella es una artista”». Una respuesta que no le convenció para nada, porque la hija no veía a la diva.
Con el paso del tiempo eso no ha cambiado, Thais ha preferido mantenerse alejada de las cámaras y los focos. Todo lo contrario a Zeus, el hijo menor, que vio en su madre su inspiración y se sintió desde el primer momento atraído por el mundo del espectáculo. Acompañaba a Sara en todos sus conciertos y en 2009 sacó al mercado el disco «Quizás». En el caso de su hermana, desde que falleció su madre se retiró totalmente de la vida mediática. La definen como «una mujer muy inteligente y preparada. Se dedica a administrar la herencia que le dejó Sara y vive sola en un piso de una zona muy tranquila de Madrid. La relación con Zeus es excelente. Su hermano también vive solo en un apartamento. Es un apasionado del fitness, tiene estudios de márketing y le apasiona el mundo de la música. En el horizonte hay el proyecto de realizar una gira por Hispanoamérica y un disco con versiones de temas de Sara.
Su entrenamiento diario en el gimnasio ha transformado radicalmente su físico. Ahora luce un cuerpo marcado por los abdominales y la ausencia total de grasa. En su momento, confesó al que esto escribe que «quiero ser entrenador personal», aunque no se sabe si actualmente ejerce como tal. También gestiona el legado que recibió tras la dolorosa pérdida de su madre, asesorado por su hermana.
A Thais nunca se le ha conocido pareja sentimental, mientras que a Zeus se le vio durante una larga temporada, cuando aún vivía su madre, con una joven murciana que se llama Mari Carmen. En otra entrevista, el hoy cantante me confirmó que «vivimos juntos y nos queremos mucho. ¿Boda? Ya veremos. La verdad es que me gustaría formar una familia y tener hijos con ella». Un deseo que se quedó en agua de borrajas porque acabaron rompiendo. Y eso que Sara me dijo que «Mari Carmen es una chica estupenda, me cae muy bien y veo a mi hijo muy feliz a su lado». En esto fue correspondida por la que, finalmente, no llegaría a ser su nuera: «Sara me ha acogido como a una hija. Nuestra relación es genial».
Suceso traumático
Con respecto a los abortos que sufrió, del único que se tiene constancia es del acontecido durante su matrimonio con Anthony Mann, el que fuera su primer marido. La propia Sara desveló en una entrevista que intentó ser madre, pero perdió el bebé a los ocho meses de gestación al caerse por las escaleras. Un suceso traumático para ella. Montiel me reconoció un día que «tras sufrir el primer aborto, el médico me comunicó que tendrá secuelas debido a otras dolencias. El problema era serio, porque me quedaba embarazada pero a los pocos meses perdía a los bebés a causa de una inflamación en los tejidos blandos. Sufrí once abortos… Estaba desesperada, y tras el último, hablé con mi marido Pepe y decidimos adoptar. La llegada de Thais fue una bendición, éramos felices como padres. Y cuatro años más tarde adoptamos a Zeus. Fue la mejor decisión que he tomado en mi vida».
Mucho amor, entre discusiones
Hay quien cuestiona que la relación entre Sara y sus dos hijos adoptivos no fue tan satisfactoria como parece. Se llegó a publicar que Zeus y Thais no se llevaban bien con su madre, pero ella me clarificó en una entrevista que «todo lo que se cuenta no es cierto, me llevo muy bien con mis hijos y nunca hemos tenido grandes discusiones. Nadie puede demostrar que hayamos sufrido crisis, discusiones, sí, pero es lo mismo que sucede en cualquier familia, no seríamos una excepción. Quiero muchísimo a los dos, y ellos me demuestran a diario el cariño que sienten por mí. Los que afirman lo contrario, lo único que buscan es hacernos daño. Y no lo van a conseguir».
Yo nunca presencié una sola discusión, al contrario, en aquella casa reinaba una armonía y se notaba la buena relación de las dos partes. Es más, en la última entrevista que le hice a Zeus me dejó muy claro que «tengo presente a mi madre cada minuto de mi vida. Igual que le sucede a mi hermana. Los dos la echamos muchísimo de menos».
Y es que la María Antonia que conocí era toda una madraza, se desvivía por su dos hijos y en los últimos años de su vida priorizó estar con ellos por encima de cualquier compromiso profesional. Unos meses antes de morir tenía en mente hacer una gira en septiembre u octubre de 2013 por Estados Unidos, preparada por el mismo Rolón-Barada. Su fallecimiento en abril impidió tan importante proyecto.
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