Amenazas

Carlos Alcaraz, sobre el lado oscuro de las redes : "Algunos mensajes dan miedo"

El campeón español denuncia las amenazas que recibe tras cada derrota

Carlos Alcaraz
Carlos AlcarazRaúl Terrel

En un mundo donde el tenis se juega tanto en la pista como en el escaparate digital, Carlos Alcaraz ha decidido no callar más. Tras su sólido debut en el torneo de Queen’s frente al australiano Adam Walton, el joven tenista murciano tomó un respiro para hablar, no de su juego, sino de un rival mucho más insidioso: las amenazas en redes sociales.

"Algunos mensajes son muy bestias", declaró Alcaraz en rueda de prensa. "No voy a decir exactamente lo que me han mandado, pero alguno te da incluso miedo y te plantea muchas cosas". Sus palabras, crudas y sin adorno, revelan el impacto emocional que el éxito –y especialmente la derrota– puede tener en la era de las apuestas deportivas y el juicio inmediato de las redes.

Miles de amenazas a jugadoras

La denuncia del español llega justo después de que la WTA y la ITF publicaran un informe alarmante: más de 8.000 amenazas dirigidas a jugadoras en lo que va de 2024. El tenis, aparentemente un deporte de elegancia y respeto, es también escenario de violencia verbal soterrada, una lacra creciente alimentada por la frustración de apostadores anónimos y la impunidad digital.

Carlos Alcaraz tras ganar el Roland Garros
Carlos Alcaraz tras ganar el Roland GarrosGtres

Alcaraz, que apenas supera los 21 años, habla con la madurez de un veterano. "Es una pena. Hoy en día las redes sociales son una herramienta muy importante, de trabajo y para muchas cosas, pero también es un arma de doble filo", reflexiona. La dualidad que describe es clara: la visibilidad que da la fama viene acompañada de una exposición extrema a la opinión pública, muchas veces venenosa.

El murciano, que volverá a competir este jueves ante su compatriota Jaume Munar, no es ajeno a la presión de los focos ni al escrutinio constante. "Jaume es un gran competidor, da igual la superficie", añadió sobre su próximo rival, en un intento por devolver el foco al tenis. Pero el eco de sus palabras anteriores persiste.

La valentía de Alcaraz al hablar abiertamente de este problema no solo humaniza a una estrella en ascenso, sino que lanza un mensaje urgente al deporte profesional: el éxito no debe blindarse con silencio. El tenis necesita ganar también este set, el más complejo de todos: el que se juega fuera de la pista, contra el odio sin rostro.