Desaparecida de la escena pública y jubilada del mundo artístico, Carmen Flores vive en Valencia a sus ochenta y ocho años de edad. La hermana de la icónica Lola Flores recuerda con “inmenso cariño una carrera musical que me ha dado múltiples satisfacciones, pero ahora disfruto de la vida tranquila que llevo.”

¿Cómo se encuentra?

Bien, bien, gracias a Dios.

Nadie diría que tiene ochenta y ocho años…

Será porque me cuido. Muchas gracias.

¿Su retirada no tiene retorno?

No, ya no canto, como te digo llevo una vida muy tranquila. Estoy en Valencia.

Alejada de sus hijos y nietos.

Ellos viven fuera, en Madrid sobre todo.

Se ven poco.

Son ellos los que vienen a verme, yo viajo poco. La verdad es que no tengo muchas ganas de desplazarme...

¿Con sus sobrinas, Lolita y Rosario, mantiene buena relación?

Claro. No nos vemos, pero hablamos mucho por teléfono. La relación es buena. Pero es que ellas están en Madrid y no vienen por aquí.

Tampoco viaja usted a Argentina, en donde es toda una figura.

Pues le voy a decir una cosa, entre mis planes entra ir hasta allí más adelante, porque me quieren mucho.

¿Más que en España?

Yo creo que por el estilo. En todas partes tengo amistades y gente que me valora y me quiere.

¿Goza de buena salud?

Afortunadamente, si. Bueno, muchas ganas por llamar. Adiós.