
En "La Ruina"
Clara Lago y el instante "Tierra, trágame" en el que llamó "figurilla de pesebre" a la Reina Letizia
Hay anécdotas que se adhieren a la vida como una pegatina imposible de despegar, y la actriz acaba de desempolvar una de esas historias

Clara Lago, invitada al podcast "La Ruina", evocó un episodio que ocurrió hace ya más de una década, pero cuya vergüenza conserva intacta: el día que, sin querer, llamó "figurilla de pesebre" a la reina Letizia. Sí: a la reina. A la de verdad.
Para quienes conocen Madrid, Matadero es ese refugio cultural que combina cerveza, teatro y casualidades improbables. Y fue precisamente una de esas casualidades la que sorprendió a una joven Clara Lago en 2014. Aquella primavera protagonizaba La Venus de las pieles en el teatro del centro junto a Diego Martín, mientras los entonces príncipes Felipe y Letizia apuraban sus últimas semanas antes de la coronación. El 19 de junio él sería proclamado Rey Felipe VI, y ella, Reina consorte. Pero antes de reinar, también tomaban algo en la cantina del Matadero, como dos ciudadanos anónimos.
Cruce de miradas
Clara, que ya era una actriz consolidada, vio en aquella estampa doméstica un regalo del destino… o una tentación que sólo dos vinos pueden convertir en impulso. "Yo, que cuando me he tomado dos vinos no tengo vergüenza, pues voy", contó entre risas. Se acercó con la torpeza estudiadamente casual de quien "finge buscar a alguien" mientras reza por un cruce de miradas. Y el milagro sucedió.

"¡Hola, Clara!", saludó Letizia con naturalidad. Para Lago, aquello fue como si la realeza y la normalidad hubieran pactado un punto intermedio. Conversaron, ella los trató con una llaneza impecable y hasta se animó a invitarlos a la obra. Todo fluía con una sorprendente armonía… hasta que llegó la frase. Esa frase que, como un hechizo oscuro, activaría un automatismo fatal.
"Qué delgadita estás", le dijo Letizia con amabilidad. Y entonces, sin previo aviso, el cerebro de Clara hizo un cortocircuito emocional. Porque esas mismas palabras eran una broma interna -casi un gag- que su amiga Íngrid Rubio le repetía constantemente: "Si parece una figurilla de pesebre", imitó en el podcast. Ese tono, esa secuencia, ese automatismo… Y Clara respondió. A la futura Reina. Lo dijo.
"Mira quién fue a hablar, si parece una figurilla de pesebre".
"Ella se quedó como que no… Y Felipe creo que hizo risa nerviosa", recordó. Un tierra, trágame en toda regla, de esos que se cuentan once años después con humor pero que, entonces, debieron de helar la sangre.
Hoy, desde la serenidad que da el tiempo (y quizá la certeza de que la anécdota ya es patrimonio popular), Clara lanzó una disculpa tan sincera como tardía: "Letizia, si me estás escuchando, te pido perdón".
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