El clasicismo y el color se imponen en Hollwood

En una noche donde todo parecía más que abierto, las sorpresas en los Oscars comenzaron en la propia alfombra roja. La firma Chanel se impuso de manera clara al resto de firmas, sacando incluso vestidos de su propio archivo y vistiendo a actrices como Penélope Cruz (que se consagró como la más elegante de la noche), Lily-Rose Depp o Margaret Qualley. De hecho, la actriz de ‘La sustancia’ parecía querer imitar a Nicole Kidman en el icónico anuncio de Chanel Nº5 donde la actriz lucía ese inolvidable vestido de terciopelo negro. La maison francesa quiso el domingo reivindicar su historia a la espera de que se incorpore su nuevo director creativo, Matthieu Blazy. ¿Casualidad una presencia tan notable en la ‘red carpet’? Lo dudamos.

Eso sí, fue Dior la que dio en el clavo vistiendo a Mikey Madison, ganadora de la estatuilla a Mejor Actriz por su papel en ‘Anora’. La belleza clásica de su diseño, en rosa y negro, con una gran lazada, resumía, además, el espíritu de la alfombra roja de este año. El clasicismo se impuso de manera clara y vencieron por goleada los vestidos románticos como los de Selena Gomez, de Ralph Lauren, Emma Stone y Ana de Armas, de Louis Vuitton.

Muy emocionante fue el homenaje que Isabella Rosellini le hizo a David Lynch con un look en terciopelo azul que firmaba Dolce & Gabbana. A la protagonista de ‘Blue Velvet’ se le unió en este guiño Scarlett Johansson, que también lució un diseño en terciopelo azul, en su caso firmado por Thierry Mugler.

Las protagonistas del musical ‘Wicked’ fueron de las más originales de la noche. Ariana Grandese presentó con un diseño de Schiaparelli de gran volumen, aunque no superó el de su compañera Cynthia Erivo. Se esperaba que la nominada a Mejor Actriz apareciera con alguna referencia a su personaje en la película y así fue: el diseño de Louis Vuitton en terciopelo verde y de formas extralarge tenía más de bruja de que estrella de Hollywood, pero eso era justo lo q intérprete buscaba.

En el apartado masculino, se puede destacar la elegancia que destiló Adrien Brody, que completo su esmoquin con un broche de la diseñadora Elsa Jin que superaba los 100.000 dólares. Y pese a esto, los que más llamaron la atención fueron Timothée Chalamet, Andrew Garfield y Colman Domingo. El primero, nominado a Mejor Actor, optó por el amarillo en un traje creado por la firma Givenchy. Garfield, por su parte, repitió el esmoquin de Gucci con el que le vimos en los Globos de Oro, y Domingo destacó por su chaqueta roja, de Valentino, demostrando que los hombres también pueden conquistar con el color la alfombra roja de los Oscars.