Pareja

Claudia Stilianopoulos, el sostén económico y vital de un Ernesto de Hannover en la ruina

La pareja cumple cuatro años juntos. La hija de Pitita Ridruejo dirige una empresa de arte con activos valorados en más de 4 millones de euros

Claudia Stilianopoulos y Ernesto de Hannover
Claudia Stilianopoulos y Ernesto de HannoverGtres

Hace cuatro años, Claudia Stilianopoulos saltó a la fama sin quererlo. Hasta entonces, la famosa en la familia había sido su madre, Pitita Ridruejo, una de las grandes damas de la jet española y que encarnaba en su figura lo que años más tarde se conocería como socialité. Íntima de Pat Kennedy y amiga de la princesa Margarita de Inglaterra, sus padrinos de boda con Mike Stilianopoulos, el que fuera embajador de Filipinas en España y Reino Unido, fueron los Condes de Barcelona. De sus tres hijos, Claudia, Carlos y Ana, apenas se sabía nada. La escasa huella en prensa de ellos tuvo lugar con la muerte de su madre en 2019.

Por eso sus amigos se sorprendieron cuando vieron la luz sus primeras fotos paseando cariñosa junto a Ernesto de Hannover en Madrid. Nadie apostaba por ellos, pero se han convertido en una pareja consolida cuya relación dura ya cuatro años. Claudia y Ernesto se conocieron en 2021, en Ibiza, a través de amigos comunes, y desde entonces mantienen una relación discreta, salpicada solo por los escándalos protagonizados por Hannover y los achaques de salud del príncipe alemán. Quizás por ello, cercanos a la hija de Pitita Ridruejo no terminan de entender una relación trufada por la polémica, como casi todo lo que tiene que ver con el aristócrata. Las salidas de tono de Hannover han sido una constante desde que se mudó a España. Su actitud agresiva ante las cámaras choca frontalmente con la personalidad tranquila y balsámica de la hija de Ridruejo, siempre incómoda ante la actitud fuera de lugar de su pareja. Y es que Ernesto no solo es desafiante con la prensa, sino que también ha sido grabado en situaciones aparentemente tranquilas que se tornaban por momentos en embarazosas. Como la noche en que la pareja cenaba en una terraza de la milla de oro de Madrid con un par de amigos más, una velada primeramente agradable que terminó con Ernesto echando a empujones a su novia y su amiga de la mesa que compartían.

Ernesto de Hannover y Claudia Stilianopoulos
Ernesto de Hannover y Claudia StilianopoulosGtres

La personalidad tranquila de Claudia contrasta con la de Ernesto. Su diferencia de edad (Claudia es 19 años menor) también. Claudia, de 52 años, es elegante, culta y sofisticada, y quizás la hija más parecida a Pitita. Su don de gentes y su saber estar hace que pueda integrarse en cualquier círculo sin desentonar. Un gen heredado de su progenitora. Su visión del mundo y su espíritu reflexivo tienen que ver con su vocación artística y profesional como pintora y escultora. Hace años fundó Casa de Clo SL, la marca personal con la que gestiona su creación artística. Y es que Clo, como la conocen sus amigos, es una artista multidisciplinar de renombre internacional que se ha hecho un hueco en el panorama artístico desde hace años. Vende sus obras a través de «deClo», su página web, y también expone virtualmente en otras webs de arte, donde comercializa sus obras. Y no le va nada mal. Los coleccionistas pueden comprar sus obras más conceptuales rascándose el bolsillo, eso sí. Como ejemplo podemos citar algunas como «Efímeros», una escultura tallada en hierro negro de 280 cms que se vende por 2.100 euros. O «Alma», dos obras esculpidas también en hierro negro que se comercializan por 2.400 euros. Cotizadas también están sus figuras esculpidas. Su serie «Alicia», una silueta en bronce de 38x12 cms se vende por 1.300 euros. Otra, «Helechos», trabajada con radial y oxidada, alcanza los 2.100 euros.

Ernesto de Hannover, arropado por Claudia Stilianopoulos y por su hijo Christian en su momento más delicado
Ernesto de Hannover, arropado por Claudia Stilianopoulos y por su hijo Christian en su momento más delicadoEuropa Press

Su amor por el arte está también imbuido de un marcado espíritu social. Claudia es patrona de la Pios Project, una fundación sin ánimo de lucro que fomenta las artes plásticas como medio de integración social, usando el arte como terapia. Del éxito de su carrera hablan los números de su empresa. Casa de Clo SL registró en 2023 beneficios de 49.728 euros con unos activos de más de 4 millones de euros. Unas cifras millonarias que contrastan con la salud de la economía de Ernesto de Hannover, que según medios alemanes estaría en bancarrota. Arruinado o no, Hannover mantiene intacta su personalidad visceral y su genio iracundo, del que ni sus hijos se libran.

La disputa con su hijo

Su enfrentamiento con su primogénito, Ernesto Jr., tiene que ver con la devolución del castillo de Marienburg y otra serie de propiedades que Ernesto le había regalado entre 2004 y 2007 como herencia en vida. En la demanda, el príncipe alemán acusaba a su hijo de apropiarse de sus bienes y hacerse con el control de la fortuna familiar, en un gesto que, según Hannover, le autorizaba a revocar la donación realizada. Los verdaderos motivos de la querella tenían que ver con que su hijo, para liberarse de los cuantiosos gastos que ocasionaba el mantenimiento del castillo, había decidido cedérselo en 2018 al estado de Baja Sajonia por la simbólica cantidad de un euro, para que fuera gestionado como monumento y atracción turística. Un crudo rifirrafe que distanció a padre e hijo hasta hoy.

Christian de Hannover, el «hijo bueno»

Christian de Hannover ha sido el único de los hijos de Ernesto de Hannover que se ha dejado ver visitándolo durante sus ingresos hospitalarios en Madrid. Desde que su padre ingresó en la Clínica Ruber el 3 de abril, Cristian acudió a verle a primera hora tanto el Jueves Santo como el viernes siguiente, estando presente incluso tras el traslado a planta. En cambio, ni Ernesto Jr. ni Alexandra se pasaron por el hospital para preocuparse por su padre, y eso que la pequeña se encontraba en Madrid en el momento del ingreso.