Pareja confirmada

Colate y Alejandra Conde, el reencuentro más inesperado (y romántico) del año

Dos décadas después de su primer romance, el empresario y la hija de Mario Conde celebran seis meses de relación con una escapada a La Moraleja y mucho más que complicidad

Alejandra Conde y Colate Vallejo-Nágera
Alejandra Conde y Colate Vallejo-NágeraGTRES

Nadie lo vio venir, pero Colate Vallejo-Nágera y Alejandra Conde están viviendo una historia de amor digna de guión. Se conocieron hace años, en otra vida, cuando el empresario aún no era vicepresidente del Club Deportivo Badajoz y ella no lideraba varios negocios en moda, cosmética o agroindustria. Hoy, décadas después, su historia se ha reactivado con más fuerza. Y sí, parece que esta vez va en serio.

El pasado 16 de mayo, la pareja fue fotografiada en una escena que parecía sacada de una comedia romántica: cena íntima en La Moraleja, paseo nocturno bajo la luna y besos sin disimulo mientras esperaban un taxi. Se les ve relajados, naturales, y sobre todo muy cariñosos. Celebraban una fecha especial: seis meses desde que decidieron darse una segunda oportunidad.

Vidas relajadas

Alejandra, hija del exbanquero Mario Conde, y Colate, ex de Paulina Rubio, comparten ahora una etapa vital más calmada. Ambos han dejado atrás relaciones largas --ella, un matrimonio de casi veinte años con Fernando Guasch Vega-Penichet; él, varios romances mediáticos, incluido uno con Macarena Olona en 2024- y están listos para una historia sin prisas ni focos de más.

Aunque fue en enero cuando la revista ¡HOLA! publicó las primeras imágenes que confirmaban los rumores, ha sido en las últimas semanas cuando Colate se ha mostrado más abierto: subió su primera foto con Alejandra a redes y, según fuentes cercanas, ella está siendo un gran apoyo personal para él, especialmente en el complicado proceso judicial que mantiene con Paulina Rubio desde 2012.

Ambos tienen claro que no necesitan aprobación pública, pero tampoco esconden su relación. Si algo transmiten es que están disfrutando del momento con madurez, lejos de la euforia de las primeras veces, pero con la chispa intacta.

¿Casualidad? ¿Destino? ¿Un amor que nunca terminó del todo? Sea como sea, el reencuentro entre Colate y Alejandra nos recuerda que las segundas partes, con la edad justa y las heridas cerradas, pueden no solo funcionar, sino también brillar.