
Polémica
Los comprometedores audios de Frank Cuesta: admite que compra animales para hacer negocio y que envenena a perros y gatos
El supuesto animalista lleva días en el punto de mira y las grabaciones que se acaban de hacer públicas no le dejan en muy buen lugar

No son buenos tiempos para Frank Cuesta. Al menos, para su imagen pública. El creador de contenido encadena una polémica con otra, aunque la última en la que se ha visto envuelto podría dañar seriamente su modo de vida, basado en parte en el supuesto amor que siente por los animales.
El influencer es conocido por su santuario, un espacio natural que usa como refugio para animales que necesitan ayuda, pero unas grabaciones de voz que circulan en redes sociales han llevado a muchos a cuestionarse el verdadero interés de Cuesta por la fauna salvaje.
En algunos de esos audios, el animalista reconoce abiertamente haber comprado animales para incluirlos en su refugio, seres vivos a los que tacha de “inversión” y con los que espera obtener un beneficio económico. “Acabo de pillar tres suricatas pequeñas y me las han dejado bastante baratas. Me han dado las tres por 30.000. Es una inversión porque hay que tener suricatas, que a la gente le gustan las putas suricatas”, dice en uno de las comprometedoras grabaciones de voz que corren como la pólvora a través de X.
En otro de los audios incluso reconoce que pretende asesinar a un gato que ha hecho daño a algunos de sus animales, como gallos y gallinas, y de sus palabras destaca el tono salvaje e incompasivo que utiliza para referirse al felino: “Voy a hacer un mix de comida de gato con polvo de veneno, para que se lo coma el hijo de puta y reviente por dentro. Lo siento mucho, pero en lo que hay. Si tienes un gato, lo guardas en casa”.
Una práctica que extiende a unos perros que supuestamente también hirieron y mataron a algunos de sus animales: “Voy a poner veneno todos los putos días hasta que mueran todos los putos perros. (...) Me los voy a cargar a todos, voy a seguir poniendo veneno hasta que mueran todos los perros de alrededor. Lo siento mucho por los perros, pero están matando a mis animales y yo tengo que cuidar de ello, así que al depredador malo, lo mato y se acabó”.
Declaraciones muy llamativas de alguien que se define como amante de los animales y que no hacen más que mermar su ya denostada reputación. Además, estos audios podrían complicar aún más su situación legal en Tailandia.
Desde el 27 de diciembre de 2014, está en vigor la Ley de Prevención de la Crueldad Animal y Provisión del Bienestar Animal (B.E. 2557), que es la primera legislación integral sobre bienestar animal en el país.
Esta ley prohíbe explícitamente cualquier acción o negligencia que cause sufrimiento físico o psicológico a los animales, incluyendo dolor, enfermedad, discapacidad o muerte. El envenenamiento de animales, como perros y gatos, se considera una forma de crueldad bajo esta legislación. Las sanciones por infringir esta ley pueden incluir hasta dos años de prisión, una multa de hasta 40.000 baht (algo menos de 1.100 euros), o ambas penas.
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