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La crónica del sábado de Lomana. España arde: más manos expertas y menos placas

«A los pirómanos deberían darles de su propia medicina: apagar incendios, que sientan el horror», destaca la socialité

Carmen Lomana
Carmen LomanaCedida

Estoy rodeada del mar de Marbella con una enorme tristeza pensando que mi país, la querida tierra de mi familia, León, El Bierzo, arde en llamas, junto con media España, de norte a sur, como una gran fogata que parece que no tiene fin. ¿Qué ocurre que todo son catástrofes naturales? Me parece imposible. Aunque hay parte de los incendios intencionados (y parece que ya han detenido a varios supuestos pirómanos), creo que hay mucha dejadez política detrás. Dejadez de quienes tienen la responsabilidad de tener los bosques limpios de toda esa maleza que los invade y más aún con la primavera excepcionalmente lluviosa que hemos tenido. Antes los guardabosques se encargaban de mantener los espacios naturales limpios y no había tantos incendios. Este es uno de los motivos pero hay otro mas perverso que son esas terribles placas solares o fotovoltaicas, como quieran llamarlas, colocadas en lugares preciosos a traición y en contra de los lugareños dado el tremendo negocio que significa para algunos. Placas solares que con el enorme calor está comprobado que provocan fuego. La tercera causa son los locos pirómanos que deberían darles de su propia medicina y apagar incendios y que sientan en su piel el horror del fuego. Para ellos más que cárcel, sentencias ejemplarizantes. Reconstruir pueblos, repoblar, volver hacer que esas tierras sean fértiles. No cárcel, porque así no sienten, como decía, el horror y el dolor que produce el fuego en su propia piel. Terrible dolor las vidas de civiles, perdidas ante la falta de ayuda profesional. Queriendo apagar el fuego, sin experiencia solo con la rabia y dolor de ver sus pueblos desaparecer ante el avance implacable de las llamas.

Las Médulas, paraíso roto

Cuando he visto que Las Médulas, paraje declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ardían se me ha roto el alma. Antiguas minas de oro durante el tiempo del Imperio Romano podían desaparecer mi desesperación fue enorme. Recuerdo ese precioso paisaje muy mágico en El Bierzo, ahora desolado. ¿Dónde están los políticos? ¿Dónde? Solo aparecen cuando hay elecciones, cada vez lo tengo más claro. Qué dolor más profundo. Mi aplauso a todos los que luchan mal pagados para salvar a pueblos y paisajes de las llamas. El ser humano es un depredador, si seguimos así en 50 años nos hemos cargado esta civilización. En Las Médulas, mina romana, cobra sentido la expresión latina «Homo homini lupus». Es decir, el hombre es un lobo para el hombre. Justo mientras escribo esta columna acaba de saltar la noticia de que las llamas han provocado tres heridos más de la UME, en León. Devastador.

Me voy de un tema a otro, porque esta tarde que escribo estas líneas me invade una gran desazón. En España no funciona el transporte , nadie se preocupa del mantenimiento de los trenes ni carreteras, ni vías, ni nada de nada. No sabemos en qué gastan todo el dinero que pagamos. Cualquier empresario, por pequeño que sea, tiene que detallar al extremo cada euro que gasta, pero ellos no. El Gobierno de Pedro Sánchez lleva tres años sin presupuestos, gastando por decreto ley, deberíamos exigirles. Es ahora más necesario que nunca que nos expliquen en qué gastan el dinero. ¡Tantas cosas deberíamos exigir! Pero callamos y luego, pasa lo que pasa. El silencio cómplice. Les deseo a todos un buen fin de semana.