
Opinión
El diario de Amilibia: «La oficina siniestra» del Apolo
"Por ejemplo, después de lo ocurrido con Ábalos y Cerdán, cuentan que a Zapatero no le place que lo consideren el nuevo hombre de confianza del presidente"

Leo: «La teniente fiscal del Tribunal Supremo, Ángeles Sánchez Conde, pide absolver a su superior, García Ortiz». Más: «La teniente fiscal del TS ha solicitado a la sala de lo penal la libre absolución de su jefe y fiscal general del Estado acusado de filtrar datos del novio de Ayuso. Es una completa anomalía que nunca debió producirse y que no por esperada causa menos bochorno». Perdonen, pero creo que a Ángeles deberían nombrarla empleada del mes: ya no se ven ejemplos de fidelidad así, le grito al televisor. Bueno, me he pasado: el sanchismo es una orgía de adhesión inquebrantable, lealtad y devoción al Apolo, aunque algunos disientan en los apelativos.
Por ejemplo, después de lo ocurrido con Ábalos y Cerdán, cuentan que a Zapatero no le place que lo consideren el nuevo hombre de confianza del presidente. Pequeñas supersticiones: cree que son denominaciones gafadas que auguran fatal destino. El humorista Pablo publicó en «La Codorniz» una serie de chistes bajo el epígrafe de «La oficina siniestra». El jefe, muy siniestro, siempre aparecía rodeado de pelotas y cada uno llevaba un número a la espalda. Eran miles: la oficina de Pablo era España. No soy hombre de cálculos y desconozco el número que le pudiera corresponder a la pelota Ángeles en la Oficina Siniestra del sanchismo. Leo un titular de Anson: «Sánchez: 657.948 empleos públicos más». Una mina de pelotas a la que añadir los miles de asesores, EFE, Renfe, Correos, TC, Fiscalía General del Estado, CIS, Paradores, Indra, Aena, etc., instituciones colonizadas de donde fluye el peloteo y el apoyo incondicional. El «Sánchez, colócanos a todos» como táctica infalible: manantial de palmeros y votos. Y encima (o debajo) están las «jésicas» de Ábalos adictas a la chistorra.
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