Opinión

El diario de Amilibia: Ojo,Tamara, que te ficha Irene

"Marta Boira me ilustra: es cosa de los ciclos hormonales y de las malas pasadas que juega el hambre emocional, especialmente cuando se vive el estrés de las vísperas nupciales"

Tamara Falcó
Tamara FalcóGtres

Con su perspicacia y campechanía habitual, Tamara Falcó se hace una de las preguntas del siglo: «¿Por qué cuando una mujer gana peso tiene que estar embarazada?». Aunque yo no la he cogido en brazos ni tan siquiera la he llevado a la sillita de la reina, parece que ha ganado unos kilos, forma sutil que tienen las de su ambiente de decir que está gorda. No parece que Tamy esté embarazada. Marta Boira me ilustra: es cosa de los ciclos hormonales y de las malas pasadas que juega el hambre emocional, especialmente cuando se vive el estrés de las vísperas nupciales. Las bodas siempre despiertan mucha hambre emocional y apetitos desordenados que conducen al martini seco y al cocido madrileño, y eso no lo arregla ni el yoga ni las sentadillas de la televisiva Cristina Pedroche.

Tamara Falcó
Tamara FalcóGtres

Tamara suele bromear diciendo que como ella no tiene los genes filipinos de su madre, que no echa carnes ni inflándose a tarta de chocolate, sino los de su padre, Carlos Falcó, le engorda hasta el aire que respira. El mayor peligro está en que Irene Montero se fije en ella y le pida que participe en su campaña «Ahora que ya nos veis, hablemos», en la que aparecen cuerpos excesivos e indignos de pasear por la madrileña calle de Serrano o de ponerse el bikini floreado esta Semana Santa en Miami. Para exhibir con donosura el traje de novia, la marquesa de Griñón se ha puesto en manos de Carmen Navarro, que a la hora de remodelar cuerpos diez es mucho más efectiva que las plegarias a la Virgen de la Alegría.

La esteticista Navarro utiliza la estimulación mecánica cien por cien natural «slaag motion» para esculpir figuras. Un masaje sin final feliz. No creo que le guste a Pam.