El diario de Amilibia: La Yoli en plan Mary Poppins

Era lo que le faltaba a la Yoli, con lo atareada que está ella tomando el té con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y dedicando todos sus fines de semana y fiestas de guardar a sumar equipos y gentes afines a Sumar, ahora encima tiene que dedicarse a cuidar y reprender (dulcemente, claro) a los niños de Podemos, que se han declarado guardería rebelde dentro del Tinglado de la Izquierda a la Izquierda del PSOE, S. A., o del Gran Colegio Mayor Monclovita S. A. Ahí está ella en plan Mary Poppins, con su paraguas mágico (es gallega), dedicada a templar gaitas (también muy propio de la gallega) en la guerra civil entre sociatas y podemitas por la reforma de la ley «Sisí».

Los primeros la quieren ya porque el goteo de penas rebajadas les quita votos, y los segundos creen que escenificar este cabreo con el Partido Socialista les da votos. Todo sea por los votos para seguir poniéndose las botas.

Pero los niños podemitas declarados en rebeldía lo quieren todo: el derecho al pataleo y seguir mamando de la gran teta de la Moncloa. Yolanda Díaz les llama al orden pidiendo discreción en las negociaciones y vigilar las formas. Y les alecciona: «En política las formas son clave, a veces, más importante que el fondo». Y del bolso saca, con el paraguas, un rosario de sabios consejos: «Acuerdo, acuerdo y acuerdo y cuidar la coalición», o sea, queridos hijos míos: con las cosas de comer no se juega. «Pensamos y debemos pensar diferentes, pero sin dañar al Gobierno», sí, que eso es darle potitos a la oposición. «Hay que bajar los decibelios, sin ruido se trabaja mucho mejor».

Difícil: a ver quién les dice ahora a los podemitas cómo tienen que cantar el «Supercalifragilisticoespialidoso».