4 de octubre

El Duque de Alba confirma que asistirá a la boda de Cayetano Martínez de Irujo y Bárbara Mirjan

El enlace se celebrará en Sevilla el próximo 4 de octubre

El duque de Alba, Carlos Fitz-James
El duque de Alba, Carlos Fitz-JamesGtres

El próximo sábado 4 de octubre, Sevilla se vestirá de gala para acoger una de las bodas más esperadas de la temporada: la de Cayetano Martínez de Irujo, conde de Salvatierra, y Bárbara Mirjan. La pareja, que ha compartido una sólida relación durante años, dará el "sí, quiero" en una ceremonia que promete reunir a personalidades del mundo social, cultural y mediático. Sin embargo, lo que más ha sorprendido de la lista de invitados no es tanto el despliegue de rostros conocidos, sino la confirmación de un nombre que nadie esperaba: Carlos Fitz-James Stuart, actual duque de Alba y hermano mayor de Cayetano.

La relación entre ambos ha estado marcada por la tensión, especialmente desde el fallecimiento de su madre, Cayetana de Alba, en 2014. Lo que parecía una familia unida se resquebrajó con la gestión de la herencia y las diferencias sobre el rumbo de la Casa de Alba. Cayetano ha sido siempre explícito al respecto, tanto en entrevistas como en sus memorias "De Cayetano a Cayetana" (2019), donde habló sin tapujos de los celos, la envidia y el distanciamiento con sus hermanos. En particular, sobre Carlos, llegó a afirmar que sus "mentalidades y formas de ser son totalmente opuestas".

Aun así, el tiempo parece haber suavizado las asperezas. Si bien en julio pasado el conde reconocía que "no había forma" de encontrar un punto de entendimiento con su hermano, meses antes, en el programa "Dinastías" de Telecinco, había matizado: "Yo tengo una relación correcta y cordial dentro de lo que cabe. Me senté con él y le dije todo lo que quería decirle. No conseguí lo que esperaba, pero me quedé satisfecho porque me escuchó". Una especie de tregua que hoy cristaliza con la presencia del duque de Alba en un día tan señalado para su hermano.

Cayetano Martínez de Irujo y Bárbara Mirján
Cayetano Martínez de Irujo y Bárbara MirjánRaúl TerrelEuropa Press

Carlos no ha tenido reparos en confirmar su asistencia. "Hombre, claro", respondió con naturalidad cuando fue preguntado por la prensa a su llegada a Sevilla. La noticia, recibida con sorpresa por muchos, ha sido interpretada como un signo de distensión en una relación fraterna marcada durante años por desencuentros.

El contraste entre el contexto familiar y la celebración de la boda no podría ser mayor. Mientras Cayetano y Bárbara viven un momento de plenitud, arropados también por Eugenia Martínez de Irujo, la invitación al duque de Alba añade un matiz de reconciliación a una historia marcada por los vaivenes de la Casa de Alba. La institución, que ha sido símbolo de unidad y legado durante siglos, ha experimentado divisiones internas que ahora parecen, al menos parcialmente, encauzarse.

En este clima de ilusión y expectativa, la boda en Sevilla promete no solo convertirse en uno de los eventos sociales del año, sino también en un gesto simbólico de acercamiento familiar. Porque, aunque los caminos de Cayetano y Carlos sigan estando marcados por visiones opuestas, la presencia del duque de Alba en el enlace de su hermano envía un mensaje claro: en los momentos decisivos, la sangre pesa más que las diferencias.