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El escándalo histórico: las palizas y violaciones de Ángel Cristo a Bárbara Rey
Una década de episodios violentos y secretos de alcoba que la exvedette revela por capítulos

Poco podía imaginarse Bárbara Rey que el hombre del que estaba locamente enamorada, el domador Ángel Cristo, iba a ser, según confesó la artista con el paso de los años, un maltratador y un violador. Fue casi una década de un matrimonio plagado de episodios violentos. «Era un hombre tremendamente celoso, veía infidelidades donde no las había. Y sí, me maltrató muchísimo. Casi desde que me casé con él, desde mi primer embarazo, física y psicológicamente», culpando el comportamiento del domador a sus tremendas inseguridades y fuerte carácter. «Nada más tener a mi hija debería haberme separado, pero no lo hice. Los primeros malos tratos fueron al tiempo de casarme. Pero, aguanté nueve años, porque le quería muchísimo y por pena».
Hubo momentos en los que llegó a pensar que la mataba. «Una vez me disparó con la pistola que siempre llevaba encima. Apuntó a mis piernas y yo hice un acto reflejo y las crucé, el proyectil me pasó rozando, y se incrustó en una cómoda, pero vi la muerte muy cerca. Es que se volvía loco, yo tenía miedo de que nos pasara algo muy malo a mí y a mis hijos. Denuncie varias veces y no me hicieron caso». En esas denuncias no solamente se hablaba de maltrato, sino también de violaciones. Una noche, tras una fuerte discusión, Ángel echó del domicilio conyugal a Bárbara a la fuerza: «Me expulsó a empujones, yo estaba descalza, desnuda, Ahí sí que vi la muerte de cerca, estaba preso de la locura y llevaba encima la pistola. Fue terrible». Las inseguridades y las malas compañías empujaron al domador a un mundo dominado por el alcohol y las drogas. Bárbara ha desvelado que la infiel no era ella sino su marido, que estaba liado con una de sus amigas.

Se habían casado en 1980, en la carpa del circo instalada a las afueras de Valencia. La actriz dejó su profesión para seguir a su marido en su recorrido circense por la geografía española. Ella, como decimos, estaba profundamente enamorada. En 1989 tomaron caminos separados. Ángel protagonizó ese año un episodio escandaloso y muy peligroso, cuando se fue en busca de su ex mujer a un bingo en el que la madre de sus dos hijos se encontraba acompañada por otra persona. Iba armado con la pistola y de no ser frenado podría haber ocurrido una grave desgracia. El juez condenó en el proceso de divorcio a Cristo a pagar una pensión a Bárbara y otorgó la custodia de los hijos a la vedette. La vida del domador fue apagándose poco a poco debido a sus adicciones. El día cuatro de abril del 2010 fallecía, víctima de un paro cardíaco, en el Hospital Universitario de la localidad madrileña de Alcorcón.
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