El escándalo histórico: el violento robo a María del Monte que hundió la relación con su sobrino

La madrugada del 24 de agosto del 2023 marca uno de los días más angustiosos de la vida de María del Monte. Esa noche, su casa era asaltada por una banda de delincuentes que saltaron la valla perimetral de la vivienda, forzaron la puerta de entrada y se dirigieron directamente a la habitación en la que la artista y su mujer descansaban plácidamente. Sabían perfectamente adónde ir y conocían la ubicación exacta de cada estancia. De ahí que los investigadores policiales pensaran desde un primer momento que los ladrones contaban con un topo que les facilitó los datos necesarios para moverse a sus anchas durante el asalto. También estaban al tanto de que las cámaras de seguridad no funcionaban y de que el pestillo de la puerta trasera estaba roto.

Un hecho clave es que sabían que María se encontraba allí, requisito suficiente para que la dueña del chalet les facilitara la clave de la caja fuerte. Todas las sospechas del «chivatazo» recayeron en Antonio Tejado, sobrino de María, que pasó unos meses en prisión y, a día de hoy, está a la espera de juicio como presunto imputado, considerado autor intelectual del robo, en la trama delictiva.

Llamó mucho la atención la violencia con la que actuaron los asaltantes. Golpearon, ataron y amenazaron a las personas que se encontraban en el domicilio… a excepción de María del Monte. El trato con ella fue radicalmente distinto que con el resto. La Policía concluyó que alguien, suponen que Tejado, pidió a la banda que no tratara violentamente a su tía. Pero sí sufrieron los golpes su esposa Inmaculada, la hija de esta y su marido y la asistenta interna.

Su ojo derecho

Para la cantante y presentadora, la simple idea de pensar que Antonio, que durante muchos años fue su ojito derecho, su niño del alma, pudiese estar implicado en el robo ya era todo un trauma. No quiere creer lo que parece una realidad. María calla y no otorga, la procesión va por dentro, intenta aparentar serenidad, pero el sufrimiento es supino.

Una fuente cercana a la dueña de la casa nos asegura que «lo ha pasado muy mal, no ya por el robo, sino, sobre todo, por la manera tan violenta en la que se desarrollaron los hechos y por la posible implicación de Antonio. Sería la mayor traición de toda su vida. Después de cómo se ha portado, como una segunda madre, que le haga esto… es terrible». El botín fue muy «jugoso». Una quincena de relojes, anillos, pulseras y gargantillas, 28 plumas, 16 mecheros de coleccionista, carteras de piel y dinero en efectivo. En total, alrededor de un millón de euros y 14.500 euros en efectivo, según un inventario escrito de puño y letra por la cantante.