Belleza
El espejo del alma de Carmen Borrego: de "patito feo" a cisne por 40.000 euros
Un cisne que no ha emergido del agua sin invertir un dineral en tratamientos y quirófanos
Carmen Borrego, la hija de la gran María Teresa Campos y eterna «patito feo» de las Campos, ha decidido dejar atrás la época de las inseguridades y lanzarse a la dolce vita poniendo a caer de un burro a su sobrina Alejandra. Y, ¿qué mejor manera de hacerlo que posando en traje de baño en la portada de una revista? Pero, claro, este ya «cisne» no ha emergido del agua sin invertir un dineral en tratamientos y quirófanos. ¿Cuánto ha tenido que gastar en su metamorfosis y quitarse complejos? Prepárense, porque la cifra es de infarto.
Empecemos con su rostro, que ha pasado de ser un rompecabezas a parecer un cartel publicitario de belleza. Su primera parada en este recorrido estético es la blefaroplastia, que le costó la módica suma de 3.500 euros. Y no se quedó ahí. Carmen decidió hacerse también la frontoplastia con hilos tensores por unos 2.500 euros, porque, claro, las arrugas no van con su nuevo estilo de vida. ¿Quién necesita líneas de expresión cuando puedes tener la frente tan tensa como la piel de un tambor?
Pasemos al cuello, que ha tenido más cambios que un personaje de telenovela. Carmen no se hizo uno, sino dos liftings cervicales, ¡cada uno a 8.000 euros! Con cada intervención, se despoja de más flacidez y se acerca a la meta de un cuello firme. ¿Y qué decir de su famosa liposucción de papada? Por otros 4.000 euros se deshizo de esa molesta piel extra, demostrando que la juventud puede comprarse, al menos en forma de cirugía.
Y por supuesto, no todo es quirófano, porque Carmen no es de las que dejan todo al azar. Su rutina de belleza incluye procedimientos de bótox y ácido hialurónico para eliminar esas arrugas que se atrevan a aparecer. Cada sesión ronda los 300 euros, una inversión pequeña si pensamos en lo que se ahorra en maquillaje.
No podemos olvidar su sonrisa renovada. Carmen, que alguna vez miró al espejo y pensó «esto tiene que mejorar», se lanzó a una ortodoncia y carillas dentales que le costaron la suma de 12.000 euros. ¡Una inversión considerable para no parecer un personaje de dibujos animados!
Así que aquí estamos, con una Carmen Borrego que ha transformado su cuerpo y su autoestima a golpe de bisturí y retirada de complejos. Su lema parece ser «quita esos miedos, que el cheque por la exclusiva lo cubre todo». Ahora, se presenta como la reina del glam, lista para brillar y recordarnos que, cuando el dinero habla, los complejos suelen quedarse en el camino.