Belleza
El espejo del alma: Lucas, de Andy y Lucas y su nariz en «silla de montar»
El cantante ha sido uno de los protagonistas de esta semana por su imagen
Lucas González, del dúo Andy y Lucas, ha generado revuelo debido a cambios en su apariencia, en concreto en su nariz. Durante una aparición pública en Madrid, llamó la atención su tabique nasal, más ancho y con un pliegue marcado. Esto ha reavivado los rumores sobre una posible cirugía, pese a las negativas del artista que ya argumentó que su nariz es herencia genética de su padre. Reconoce que se le está cayendo o torciendo, pero que no se había operado. Si nos damos una vuelta por la red social X es imposible no tropezar con una avalancha de comentarios mordaces sobre su nariz. Los usuarios dejan perlas como que «parece que se ha sonado con unos alicates» o que «pronto necesitará una alcayata para sujetar las gafas cuando las use». Otros sugieren que la operación «le habrá costado un buen pellizco».
Lucas se ha mostrado tajante. Niega haberse sometido a ninguna cirugía estética y asegura que los cambios en su nariz y rostro son naturales. Según él, todo se debe a su pérdida de peso, su rutina diaria con cremas faciales y a los ejercicios de yoga facial que realiza con disciplina. «¿Qué le voy a hacer?», comenta, refiriéndose al paso del tiempo como responsable de su aspecto.
Lo mejor es cuando afirma que sus ojos parecen achinados, porque se ha echado la siesta. No nos creemos su versión, porque no es solo la nariz (que es lo más obvio), es la piel estirada hasta parecer plastificada, la blefaroplastia extrema que le dejó los ojos achinados y el tinte de pelo color violín que, en conjunto, lo hace parecer el primo lejano de Chucky.
Sea como sea, Lucas, con su actitud resiliente, parece estar canalizando las críticas con humor y determinación. Quizás no le faltaría razón a quien, viendo su capacidad para esquivar las balas de las redes, le augura una prometedora carrera como político, si deja la música definitivamente. Lo único que ha admitido el artista es haberse puesto bótox. Con respecto a su nariz, parece que sufre una atrofia severa de los tejidos nasales. Algunos especialistas han señalado que podría sufrir «nariz en silla de montar», debido a una pérdida del soporte estructural. Este término describe una deformidad nasal que puede surgir por diversas razones, incluyendo complicaciones derivadas de una rinoplastia o por factores como traumatismos o enfermedades autoinmunes. Dicha condición se caracteriza por un debilitamiento o colapso del cartílago que da soporte a la estructura nasal.
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