
Polémica en Cádiz
Esta es la versión de Paz Padilla sobre la polémica raspa que enfurece a los gaditanos
A través de un contundente comunicado, explica punto por punto en qué consiste su batalla comercial que tanto ha ofendido en Zahara de los Atunes

El revuelo en Cádiz es mayúsculo después de que se propagase la última acción de Paz Padilla. La polifacética artista y empresaria ha registrado la marca de ropa y complementos No Ni Na, que cosecha éxito en su tierra, Zahara de los Atunes. Sin embargo, muchos comerciantes se han quejado de una supuesta “apropiación cultural indebida”, al estar supuestamente prohibido el uso de la raspa de pescado que sirve de símbolo a la región. Son muchos los que denuncian públicamente este gesto, pero la protagonista tiene otra versión bien distinta.
Ante el escándalo que se ha generado, desde el equipo de Paz Padilla se ha emitido un contundente comunicado de prensa en el que detallan, punto por punto, los detalles de este registro de la marca y la ya controvertida raspa de pescado. Reproducimos el citado comunicado en su totalidad, que serviría como versión oficial de la presentadora.

Esto es lo que expone Paz Padilla sobre la raspa de la polémica
“Ante las informaciones vertidas en los últimos días por parte de un establecimiento comercial ubicado en Zahara de los Atunes (Cádiz), este despacho profesional, en su calidad de representante legal de Nonina Zahara S.L. en materia de propiedad industrial, desea realizar las siguientes aclaraciones:
Nuestro cliente es titular de diversos registros de marca para las marcas NONINA que incluyen, entre otros elementos, un diseño característico de raspa de pescado. Dichas marcas están protegidas por la legislación vigente desde el año 2019 y constituyen parte fundamental de la identidad comercial de su establecimiento, también ubicado en Zahara de los Atunes, y dedicado a la venta de prendas de vestir y complementos.
En fechas recientes, y con base en situaciones de confusión y asociación detectadas entre consumidores, se remitió un requerimiento formal por burofax a dicho establecimiento, informando de la existencia de derechos anteriores y solicitando el cese del uso de diseños potencialmente similares en prendas de vestir, con el único objetivo de evitar que el público pueda verse confundido. Esta actuación es una práctica completamente habitual en materia de propiedad industrial y tiene por finalidad abrir una vía de diálogo extrajudicial, pacífica y profesional entre las partes.
Tras el envío del requerimiento, este despacho mantuvo una conversación cordial e informal con el representante del establecimiento requerido, en la que se intercambiaron puntos de vista y se manifestó por nuestra parte la voluntad de encontrar una solución amistosa. Se acordó que se trataría este asunto de nuevo con los requirentes para abordar una nueva perspectiva a la solución del conflicto.
En lugar de continuar por esa vía de entendimiento, se ha optado por iniciar una campaña pública basada en afirmaciones falsas, descontextualizaciones y comentarios ofensivos. Entre las falsedades difundidas se encuentran:
Que nuestro cliente habría interpuesto una demanda (lo cual es rotundamente falso; no se ha interpuesto acción judicial alguna hasta la fecha).
Que se habría solicitado la retirada de todos los productos del establecimiento (únicamente se requirió el cese en el uso de determinados diseños característico registrados por mi cliente que podrían inducir a error al consumidor).
Que se pretende una apropiación generalizada del concepto de “raspa” (afirmación infundada y carente de todo rigor, pues existen numerosos diseños de raspa convivientes en el mercado y en el registro de marcas).
El objetivo de nuestro cliente no ha sido otro que proteger sus legítimos derechos de propiedad industrial, reconocidos legalmente, ante un caso concreto en el que –por el contexto, la localización de los establecimientos y la similitud visual de los signos- podrían estar viéndose comprometidos.
El envío de requerimiento extrajudiciales como el remitido en este caso es una herramienta habitual y muy útil en este ámbito, que en la mayoría de los casos permite resolver posibles controversias sin necesidad de iniciar procesos legales. Es, por tanto, lamentable que, en lugar de aprovechar esa oportunidad, la parte requerida haya optado por un enfoque mediático y difamatorio, que únicamente contribuye a enturbiar el entorno comercial de la zona, perjudicar la imagen de nuestra empresa representada y desinformar a la opinión pública, posiblemente con la intención de sacar rédito mediático.
Este despacho informa que se reserva su legítimo derecho a acudir a los Juzgados y Tribunales competentes, para que valoren los hechos y decidan, conforme a Derecho, si en este caso concreto se está produciendo una infracción de derechos de marca.
Asimismo, se reserva el ejercicio de cuantas acciones legales sean necesarias, tanto en defensa de los derechos de propiedad industrial de nuestra empresa representada como del honor y reputación de las personas que puedan verse afectadas, frente a cualquier afirmación o campaña que vulnere dichos derechos”.
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