Entrevista

Fernando Osuna: «El caso más duro es el del hijo del compositor Juan Carlos Calderón»

Fermín Cabanillas publica «El ADN que te parió» para el que ha contado con el apoyo de Fernando Osuna. Hablamos con el letrado

Fernando Osuna
Fernando Osuna Cedida

El libro «El ADN que te parió», escrito por Fermín Cabanillas, presenta los casos más mediáticos de reconocimiento de paternidad en nuestro país, un sector en el que el abogado Fernando Osuna es la máxima autoridad en España. Él es quien ha asesorado al autor. Hablamos con este prestigioso letrado conocido por los casos de El Cordobés, Paco Gento o Julio Iglesias, entre otros.

Usted es la fuente principal del libro.

Sí, he facilitado cantidad de datos a Cabanillas, montones de historias verídicas, y de los veinticuatro personajes que aparecen solamente dos no son clientes míos.

¿Qué caso ha sido el más complicado?

Por ahora, el de Ricardo, el hijo secreto del compositor Juan Carlos Calderón, que lo tenemos atascado, porque los otros dos hijos te ponen zancadillas, se niegan a todo, cada vez que el juez los cita no aparecen, ni van a hacerse las pruebas de ADN poniendo todo tipo de excusas.

El demandante en cuestión se llama Ricardo D., y se mantiene en el anonimato. Tiene cincuenta y ocho años y es profesor de música. Su madre era bailarina de ballet y, según Osuna, a sus veinte todos años de edad conoció a Calderón en Valencia, tuvieron una relación y se quedó embarazada. Ricardo y su progenitora vivieron una temporada en Austria, donde nació el músico. La demanda de paternidad se presentó en 2015 y está a la espera de sentencia.

Un proceso parecido al de la hija de Paco Gento, cuya madre era también bailarina.

Eso es. La demandante, Paquita España, que era la madre de la hija secreta del futbolista, murió antes de ver cumplido el sueño de que se reconociera legalmente a su hija. Ese juicio se ganó, pero la hija aún espera que se le entregue su parte de la herencia.

El abogado Fernando Osuna
El abogado Fernando Osunalarazon

Igual que Rosario Bermudo, la hija del marido de la duquesa de Medina Sidonia.

Ya ha sido reconocida legalmente como hija. La segunda parte del juicio será en octubre y la jueza ha dicho a las partes que hay que llegar a un acuerdo como sea. Estamos negociando y esperamos que haya pronto un consenso. Una de las hermanas de Rosario no perdona que se haya tenido que exhumar el cuerpo de su padre, pero tuvo que hacer porque ella y sus hermanos se negaron a hacerse las pruebas de ADN.

Javier Iglesias no consigue el reconocimiento paternal del cantante Julio Iglesias.

El proceso se está dilatando demasiado, y hemos recurrido en el Tribunal de la ONU. Habiéndose demostrado judicialmente que Javier es hijo biológico de Julio, nadie entiende tanto recurso y tantas trabas. Es un caso especialmente sangrante. Pero mi cliente tiene la tranquilidad de saber que su padre biológico es el artista. Pase lo que pase no se puede negar que su padre es quien es.

Su último caso ganado es el del reconocimiento del futbolista Samuel Eto’o como padre de una joven veinteañera.

Es un caso cerrado, ese hombre ya le ha pagado a su hija todos los atrasos, un dineral, de las pensiones alimenticias, y es firme la sentencia que le reconoce como padre de Erika. No puede haber recurso. Es que si no hubiese pagado, Samuel hubiera ido a prisión.

Dentro de poco se enfrentarán en los tribunales el presunto hijo de Bernardo Pantoja y Anabel Pantoja.

Presenté la demanda de paternidad, mi cliente tiene una prueba de ADN buenísima, y ahora, vamos a pedir al juez que llame a Anabel para que se haga las pruebas.

¿Y si no aparece?

Mejor, porque si no lo hace el juez reconocerá a mi cliente como hijo legal de Bernardo y hermano de Anabel.

Quizá su éxito más sonado fuera el concerniente a Manuel Díaz y Manuel Benítez, los dos «cordobeses».

Ese no fue difícil, porque Benítez se prestó a someterse a las pruebas de paternidad y en seis meses estaba todo solventado.

Pero tardaron años en producirse el encuentro y el reconocimiento público.

Desgraciadamente, si. El día que los dos se fundieron en un abrazo públicamente hasta me pudo la emoción. Ese día fui muy feliz. Igual que ocurrió cuando Carlos Baute quiso conocer a su hijo José Daniel. En la actualidad, son dos casos en los que reina el cariño.