Justicia
La Fiscalía solicita cuatro años de cárcel para el hermano de Julio Iglesias por un supuesto fraude contra Hacienda
Se le acusa de no tributar la venta de varios terrenos, que habría supuesto un desfalco de casi 20 millones de euros
Mal momento para Carlos Iglesias, el hermano de Julio Iglesias. La Fiscalía de Madrid le acusa de un supuesto delito de fraude contra la Hacienda Pública de más de 19 millones de euros, que se habría producido al no declarar junto a otro socio la venta de varios bienes inmuebles en el ejercicio fiscal de 2021. El productor deberá prestar declaración el próximo martes 17 de octubre en la Audiencia Provincial, una cita muy importante que podría dictaminar su futuro, puesto que el Ministerio Público solicita para él una pena de cuatro años de prisión y una multa de más de 98 millones de euros.
“La entidad Rolimpa Trading Corporation -parte de un holding propiedad de Carlos Iglesias- fue constituida en Panamá el 3 de junio de 1984 y en 2001 vendió en sendas escrituras públicas una serie de terrenos de su propiedad en Vicálvaro a dos sociedades españolas por un importe de 18.538.465 y 27.739.466,07 euros, respectivamente, lo que hacía un total de 46.277.932,04 euros”, reza el escrito de acusación al que ha tenido acceso “Europa Press”, y añade: “con el fin de procurarse un beneficio fiscal ilícito (Carlos Iglesias) no presentó declaración del Impuesto de la Renta de No Residentes de la mercantil Rolimpa Trading Corporation, que se declaraba residente fiscal en Panamá, ni declaración tributaria alguna por las ganancias obtenidas en esta operación”.
Aunque el otrora mánager de Julio Iglesias se declaró en 2001 residente fiscal en Panamá, la Fiscalía considera que en ese periodo de tiempo pasó “temporadas en España, donde en el ejercicio 2001 y 2002 tiene sus intereses económicos principales y mayor obtención de renta consecuencia de las ganancias de esta operación, por lo que ha de considerarse residente fiscal en nuestro país”.
De este modo, el Ministerio Público entiende que Iglesias debió declarar entonces “la ganancia patrimonial por la venta de los terrenos en el Impuesto de Sociedades del ejercicio 2001 de Rolimpa”, algo que, sin embargo, no hizo.
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