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La foto de Tamara Falcó e Íñigo Onieva que vuelve a desatar rumores de embarazo: "Vienen dos"

El matrimonio desea ampliar la familia y la buena nueva podría llegar justo cuando están a punto de cumplir su primer año de casados

Tamara Falcó e Íñigo Onieva en las Islas Tahiti
Tamara Falcó e Íñigo Onieva en las Islas Tahiti@tamara_falco

Tamara Falcó e Íñigo Onieva han pasado uno de esos fines de semana que no se olvidan fácilmente. El empresario alcanzó las 35 primaveras el viernes 7 de junio y lo celebró por todo lo alto junto a sus seres queridos. "Que Dios nos asista", avisaba uno de sus amigos como preludio de la juerga que estaba por venir.

La fiesta comenzó con una barbacoa el sábado en el ático de lujo en el que vive el matrimonio, y continuó por la noche en Casa Salesas, el local que el marqués de Griñón consorte abrió recientemente junto a Iván Espinosa de los Monteros o El Turronero, entre otros socios.

Un fin de semana de fiesta del que apenas ha quedado testimonio gráfico, salvo una imagen que Falcó y Onieva acaban de publicar en sus redes sociales y que ha dado pie a que surjan rumores sobre un posible embarazo. "De la otra noche", dice el empresario junto a imagen compartida, en la que aparece abrazando a su esposa por la espalda y apoyando su mano sobre el vientre. Además, la marquesa de Griñón posa haciendo el típico símbolo de la paz con sus dedos, un gesto que también puede interpretarse como el número dos.

Los seguidores de Falcó y Onieva no han tardado en sacar conclusiones y son muchos los que aseguran que la hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó podría estar embarazada. "Eso es embarazo sí o sí", "Apuesto por embarazo" o "¿Vendrán dos hijos? Lo parece por el gesto de su mano" son solo algunos de los muchos comentarios que pueden leerse en la publicación, que ha superado los 27.000 “me gusta” en poco más de 14 horas.

No es la primera vez que una simple imagen de Tamara Falcó da lugar a este tipo de habladurías. La expectación por un embarazo de la marquesa de Griñon es máxima desde que ella misma confirmó que estaban intentando ampliar la familia y que se había sometido a un tratamiento para mejorar sus posibilidades.

Se trata de naprotecnología, un proceso que trata la infertilidad como un síntoma, no como una enfermedad, y tiene como objetivo curarla para que las parejas puedan concebir sin necesidad de recurrir a métodos artificiales. A diferencia de otras técnicas de reproducción asistida, la naprotecnología pone en el centro de toda acción a la persona y su salud. Además, no tiene efectos secundarios y ha demostrado tener una tasa de éxito más alta que otras alternativas.