
Starlite
Fran Rivera cambia los ruedos por la música: "Nos encanta venir a Marbella"
El exdiestro, al frente de su grupo "Una y nos vamos", conquista el Starlite Occident y demuestra que su segunda vida profesional pasa por los escenarios… pero esta vez con guitarra y micrófono

La reinvención tiene muchos rostros y Fran Rivera es, sin duda, uno de los más sorprendentes. Ocho años después de su retirada de los toros, el hermano de Cayetano ha encontrado una nueva forma de llenar plazas: con acordes, compás y versiones de los grandes clásicos de la música española. Su agrupación, "Una y nos vamos", no nació como un capricho pasajero, sino como un proyecto que desde 2022 ocupa gran parte de su agenda y que comparte con un grupo de amigos tan entusiastas como él.
El pasado fin de semana, Rivera y los suyos volvieron a Marbella para actuar en el Starlite Occident, un festival que se ha convertido en escaparate de primeras figuras internacionales, pero también en escenario de sorpresas como esta. El grupo ya había debutado allí en la tradicional gala benéfica de diciembre, y regresar ahora con público entregado consolidó un vínculo especial con la ciudad. "Nos encanta venir a Starlite y, como siempre, arropados por nuestros queridos amigos. Gracias por estar siempre tan pendiente nuestra", escribieron en Instagram tras la actuación.
Versiones de temas populares
La publicación, acompañada de una foto del grupo posando con guitarras y el logo del festival de fondo, pronto se llenó de comentarios entusiastas. "¡Viva el compás y el arte de mis niños guapos!", "¡Me habéis encantado!" o "A triunfar", celebraban los seguidores, sorprendidos -y encantados- de esta faceta artística del exdiestro.

El repertorio de "Una y nos vamos" se compone de versiones de temas populares de la música española, interpretados con frescura y complicidad. El proyecto, además, tiene un marcado acento solidario: buena parte de sus actuaciones están ligadas a causas benéficas, un gesto que acerca a Rivera a una dimensión menos mediática y más comprometida con la sociedad.
Resulta curioso observar cómo alguien que vivió durante años bajo los focos del toreo, una disciplina donde cada gesto se mide con precisión casi ritual, se mueve ahora en el terreno de la música, mucho más libre y espontáneo. Y, sin embargo, algo permanece: la conexión con el público, el deseo de emocionar y de transmitir pasión.
Fran Rivera no reniega de su pasado taurino, pero su presente tiene más que ver con el compás que con la muleta. En Starlite, bajo las estrellas marbellíes, confirmó que su vida profesional no se detuvo con el adiós a los ruedos: simplemente tomó otro camino. Y, a juzgar por la acogida, el viaje apenas acaba de comenzar.
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