
Carencias
Gloria Camila se derrumba al hablar de su sobrina, hija de Michu: "Lo que no quiero es que tenga carencias"
Desde Honduras, la hija de Ortega Cano se sincera sobre la custodia de su sobrina tras la muerte de Michu y muestra su lado más vulnerable: "No quiero que le falte nada"

En la playa de los Cayos Cochinos, entre mosquitos, hambre y noches sin dormir, Gloria Camila Ortega ha vuelto a demostrar que "Supervivientes" no es solo un concurso de resistencia física. También es un viaje emocional. La hija de José Ortega Cano, que ya participó en la edición de 2017, ha regresado a Honduras para cerrar un círculo personal, aunque esta vez lo hace con un peso mucho más grande sobre los hombros: el de una familia golpeada por la pérdida y la responsabilidad.
En una de las conversaciones más conmovedoras de la edición, Gloria se derrumbó al hablar de su sobrina, la hija de Michu -la joven que fuera pareja de su hermano, José Fernando-, fallecida el pasado julio a los 33 años. La tragedia ha dejado a la pequeña bajo el cuidado de la familia Ortega, mientras un juez decide el futuro de su custodia. En ese vacío afectivo, Gloria ha asumido un papel crucial. "Lo que no quiero es que tenga carencias", confesó con voz entrecortada. "Soy muy controladora y me gusta tenerlo todo bajo control, saber qué necesita, qué puedo darle… Me preocupo muchísimo por ella. Es como si fuera mi sobrina-hija. La echo muchísimo de menos".
Sororidad
Sus palabras resonaron entre los concursantes. Jessica Bueno, que escuchaba con atención, no dudó en reconocer la entereza de su compañera: "Tú eres el timón de tu familia. Tu hermano quizá no puede estar al 100%, pero tú vas a coger las riendas y no le va a faltar de nada. Y no solo a nivel económico". Un gesto de sororidad que emocionó a Gloria, acostumbrada a mostrarse fuerte, pero que en esta edición del reality se ha permitido quebrarse.

Detrás del personaje mediático y de la etiqueta de "hija de", emerge ahora una mujer que carga con el peso de la responsabilidad familiar. Gloria ha tenido que crecer rápido. La enfermedad de su madre, Rocío Jurado, la complicada vida de su hermano José Fernando y la exposición constante de su apellido la convirtieron en una figura tan mediática como resistente. Pero esta vez, más que nunca, se muestra vulnerable.
Días antes, Gloria ya había recordado a Michu con emoción contenida. "La echo mucho de menos… Siempre estaba pendiente de mí, transmitía luz, me animaba a seguir adelante. Sé que, desde donde esté, me estará viendo", compartía con los ojos vidriosos ante las cámaras.
El vínculo entre ambas, discreto pero real, fue una de esas relaciones que escapan a los titulares. En vida, Michu fue un apoyo constante para Gloria. Su pérdida, además del dolor emocional, ha traído consigo una nueva responsabilidad: velar por el bienestar de la pequeña que, según la voluntad de su madre, debía quedarse al cuidado de los Ortega.
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