Polémica

La gran fiesta de famosos en Ibiza que termina con la intervención de la Guardia Civil: de Leonardo DiCaprio a Kendall Jenner, pasando por Miguel Ángel Silvestre

Un encuentro vip con famosos internacionales que revolucionó la isla. Tanto que los agentes tuvieron que poner orden

Leonardo DiCaprio en Ibiza
Leonardo DiCaprio en IbizaGtres

Como cada verano, Ibiza vuelve a desplegar su alfombra roja invisible -esa que se tiende sobre las cristalinas aguas pitiusas- para recibir a la procesión anual de celebridades que acuden, como mosquitos a la luz, a lucir palmito, broncearse estratégicamente y contribuir con entusiasmo a esa masificación que tanto “adoran” los vecinos de la isla (nótese el sarcasmo, por supuesto).

Este agosto, el desfile ha sido de primera categoría: Jeff Bezos y su inseparable Lauren Sánchez, Leonardo DiCaprio (acompañado, cómo no, de su enésima novia modelo veinteañera, esta vez Vittoria Ceretti), los hermanos Hemsworth, Matt Damon, Kendall Jenner, Arón Piper, Miguel Ángel Silvestre, Ester Expósito… y la lista sigue, como un menú degustación de rostros que pueblan saraos y redes sociales.

Leonardo DiCaprio, Jeff Bezos y Lauren Sanchez en Ibiza
Leonardo DiCaprio, Jeff Bezos y Lauren Sanchez en IbizaGtres

Pero si Ibiza es ya un escaparate constante, este año la pasarela se trasladó a una exclusiva villa en la que Arón Piper decidió celebrar el lanzamiento de su nuevo álbum. La convocatoria parecía una lista de invitados para los Oscar: Kendall Jenner, Tobey Maguire (sí, Spider-Man en carne y hueso), Eiza González, Jodie Turner-Smith, Edward Enninful, Aitana, Nina Kraviz, Olivier Rousteing, Fai Khadra, Youness Bendjima, Nora Attal, Silvestre, Kortajarena, Expósito… y DiCaprio, por supuesto, camuflado con la maestría de quien lleva décadas huyendo de los paparazzi.

Hasta ahí, todo glamour y cava caro. Pero en algún punto de la noche, la fiesta adquirió tintes de chisme policial. Desde "TardeAR" aseguraron que se trataba de una reunión "ilegal" que la Guardia Civil quería "desmantelar". En cambio, "GQ" prefirió restar dramatismo, apuntando que simplemente se había sobrepasado el aforo. Lo cierto es que el rumor del fiestón voló más rápido que una historia de Instagram: curiosos y advenedizos comenzaron a llegar como si se tratara de la verbena de la patrona. Los coches se amontonaron en las inmediaciones, el aparcamiento se convirtió en un Tetris imposible, y la circulación quedó bloqueada. Resultado: llegada triunfal de la Guardia Civil.

Los agentes, con el aplomo de quien está acostumbrado a lidiar con fiestas más modestas, impidieron el acceso a cualquiera que no figurase en la codiciada lista oficial. Pedían DNI a todo el que se acercaba, y aquí vino el momento cómic de la velada: interceptaron al mismísimo DiCaprio, cuyo atuendo de incógnito funcionó tan bien que ni los agentes cayeron en la cuenta. El actor, caballeroso y obediente -no como cierto torero de sobra conocido-, mostró su documentación sin drama, caminó hasta la fiesta desde el aparcamiento y se marchó apenas unas horas después.