Riesgo

El gran peligro de Tamara Falcó e Íñigo Onieva en su nueva casa

El matrimonio se ha mudado a su nuevo hogar después de un proceso de reforma que la marquesa inició justo tras comprar la vivienda

Tamara Falcó e Íñigo Onieva en su fiesta de preboda
Tamara Falcó e Íñigo Onieva en su fiesta de prebodaGtres

Tamara Falcó e Íñigo Onieva atraviesan ahora uno de los momentos más dulces de su vida. Tras darse el "sí, quiero" el pasado 8 de julio en una multitudinaria boda de cerca de 400 invitados, la pareja se ha mudado al que será su nidito de amor en los próximos años. Se trata de una casa que Tamara Falcó adquirió como parte de un acuerdo de publicidad con la promotora del edificio, a cambio de promocionar en sus redes sociales las calidades con las que cuentan las viviendas de la construcción.

Teniendo en cuenta la proyección pública de Tamara Falcó, es posible que la suya sea una de las casas que más se ha podido ver en los medios en los últimos meses. Los programas de crónica social incluso comentaron que la marquesa de Griñón había cubierto de plantas la terraza de su lujoso ático para tener más privacidad, mostrando tanto su casa como el edificio y la calle en la que se encuentra. Cualquiera que tenga un mínimo de interés puede descubrir dónde vive la hija de Isabel Preysler y reconocer su vivienda desde la calle, con todo el peligro que eso conlleva.

Últimamente se han multiplicado los casos de robos o allanamientos en las casas de los famosos, que presumen en redes sociales de los lujos y comodidades con los que cuentan, y algunos incluso ofrecen, en un descuido, detalles que ayudan a cualquiera a estrechar el cerco y descubrir la dirección de la casa. Sergio Ramos, María del Monte, Miguel Bosé o Camilo Blanes son solo algunos ejemplos de los que han sufrido la última consecuencia del peligro que supone exponer los detalles de la vivienda en redes sociales u otros medios de comunicación.

Por si esto fuera poco, Tamara Falcó incluso protagoniza un vídeo en Youtube en el que muestra todas y cada una de las estancias de su recién reformada vivienda. En una muestra de generosidad con su público, la marquesa abre esta ventana tan privada de su vida, ajena al mal uso que algunos malintencionados podrían dar a tantos detalles sobre su hogar.