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La hermana de Michu filtra el agujero en el testamento: una deuda con Hacienda

Tamara subraya que su hermana ha dejado todo a su madre. No solo una casa, un coche y una moto, sino también una deuda de unos 10.000 euros

Michu en una imagen de archivo
Michu en una imagen de archivoGtres

Aún no se han cumplido dos meses desde que María Rodriguez, popularmente conocida como Michu, perdiese la vida. Fallecía en Arcos de la Frontera a los 33 años víctima de una enfermedad congénita en el corazón, de la que ya estaba puesta en preaviso. Sabía a lo que se enfrentaba y que sus días podrían estar contados, de ahí que redactase un testamento cuando tenía 27 años para cubrir a sus seres queridos por si algún día faltaba. Aún no había conocido a José Fernando Ortega, por lo que no se había convertido en madre. De ahí que su hija no parezca como beneficiaria de sus bienes, aunque no la dejase del todo desprotegida.

La heredera universal de su legado es su madre, Inmaculada. Así, tendrá acceso a la casa que adquirió por herencia y por la que le compró su parte a su padre y su hermana. Un piso muy pequeño, que se suma al coche que le regaló el hijo de José Ortega Cano, así como una moto que no había terminado de pagar. Un legado reducido en el que no solo habría propiedades a repartir, pues también hay deudas a las que se deben hacer frente. Unas que ha puesto sobre el tapete la gran perjudicada del testamento: su hermana Tamara. A ella no le ha dejado nada.

Las deudas de Michu, según desvela su hermana

Tamara ha hecho carrera en televisión al día siguiente de enterrar a su hermana en Cádiz. Horas después de la ceremonia conectó en directo con ‘TardeAR’ y soltó varias bombas contra la familia paterna de su sobrina. Especialmente contra Gloria Camila. Protagonizó fuertes enfrentamientos defendiendo a su hermana, pero las pruebas le dejaban en mal lugar, pues su relación no era tan estrecha como vendía y muchos señalaban sus ansias de lucrarse. Batallaba por hacerse con la custodia de su sobrina, a la vez que renunció a la de su hijo porque tiene mucho trabajo, un detalle que pocos le han perdonado en los platós.

Pero Tamara ha regresado con fuerza. Lo hace para arrojar luz a la herencia de su hermana, de la que no tenía constancia en un primer momento. Cuando se filtró su contenido, ella dijo no saber nada, pues su madre, con la que vive, no se lo había trasmitido. Una vez que es de dominio público, ha querido aclarar varios puntos, después también de decir que todo lo que sea para su madre le parece bien, pues un día será para ella. Pero no se alegra tanto ahora al desvelar que no solo hay propiedades en su herencia, sino también un gran agujero en forma de deuda que ascendería a los 10.000 euros, según cifra ella.

“Mi hermana otorga un testamento en el cual mi madre es heredera universal”, asegura ahora la hermana de Michu, confirmando la noticia que le dieron desde el programa de Telecinco. Pero más allá de propiedades, ella centra su interés en que “deja deudas y responsabilidades”. Y es que, además de la casa, el coche y la moto, hay embrollo que la familia tiene difícil de hacer frente: “Es una deuda elevada, no es de mil euros, que se pueda solucionar fácil. Es de Hacienda. Ella ganó una cantidad de dinero y había que pagar a Hacienda. En ningún momento dijo que estuviese zanjada, ni dijo de que había pagado algo no nos comentó nada”.

Michu mantenía su economía personal en privado. Al menos no le contaba nada de esto a su hermana. Aun así, Tamara, al ver que llegaban muchas cartas desde Madrid a su hermana, reconoce que decidió abrir una de ellas porque le picaba la curiosidad. Así descubrió que le reclamaban una multa de tráfico: “Yo decía ‘¿cartas de Madrid, ¿de qué tantas cartas?’. Entonces de tantas cartas abro una y veo que es de tráfico de velocidad y digo ‘madre mía’, esperemos que todos no sean de eso, pero seguro que sí, porque ella en Madrid no tenía nada. Solamente iba a Madrid a estar con Ortega y la familia Ortega”. Así, cifra la deuda en 10.000 euros, que debería abonar su madre en este caso como heredera universal, en caso de que no quiera renunciar a sus propiedades.