Una invitada secreta apellidada Ortega

Marta Ortega cuidó de lujo a los invitados a su boda con Carlos Torretta. Billetes de avión y gastos pagados para un fin de semana en Arteixo, donde congregó a 400 invitados, y se estima que el convite superó los 20 millones de euros, algo nada descabellado si se tiene en cuenta que hasta cantó en directo Chris Martin, el vocalista de Cold Play, esa melodía titulada «Yellow» que tanto gusta a los novios.

Muchos de los asistentes han correspondido con los Torretta Ortega invitándoles a sus enlaces, donde Marta ha salido (por fin) a la luz. Lo hizo en la boda en el extremeño Palacio de Mirabel en Plasencia entre Isabel Junot y Álvaro Falcó, donde destacó por su estilismo nada convencional. Allí optó por un vestido color teja de alta costura de la colección de Valentino primavera-verano 2022, una silueta que la hemos visto llevar varias veces, como ocurrió también en la boda de Pedro Bravo con Carlota Pérez Plá, en Gijón, otros amigos a los que pocos ponían cara. En este enlace optó por un llamativo jersey calado y de color chocolate, de Valentino.

El paseíllo que realiza hasta la iglesia, siempre del brazo de Carlos Torretta, sirve para poner cara a su círculo de confianza. También optó por un vestido camisero de Valentino en Jerez de la Frontera, donde asistió a la boda de Carlos Cortina con Carla Vega- Penichet. Marta confía plenamente para estos eventos en la casa italiana. Su amistad con Pier Paolo Piccioli, diseñador de la casa, es tan estrecha que al final le pidió a él que diseñara su vestido de boda. En estos eventos, Marta destaca por su maquillaje ultradiscreto, y sus estilismos poco convencionales.