Isabel Pantoja acumula muchos nombres en su lista de enemigos, quienes se han creído intocables durante mucho tiempo. Han campado a sus anchas en los platós de televisión y en las revistas del papel cuché hablando sobre la tonadillera lo más grande. Unos denunciando sus supuestos desmanes, otros poniendo en conocimiento del mundo lo que sucedía a puerta cerrada en Cantora. Al final, la protagonista se piensa cobrar su venganza y cerrar estas bocas de una vez por todas.

Así lo aseguran desde ‘La familia de la tele’, subrayando el hartazgo al que ha llegado la cantante durante estos años. Se ha hartado de tener que escuchar barbaridades sobre ella o que se acreciente una leyenda urbana sobre su figura. Se ha puesto en jaque su trabajo sobre los escenarios, su panorama familiar y también su propio estado de salud. Ante todos estos descalabros, ha decidido emprender acciones legales contra todos aquellos que han traspasado la línea roja y han terminado injuriándola o provocándole un daño a su honor. Y a su bolsillo.

La lista negra de Isabel Pantoja

La artista ha incluido a muchos nombres propios en su macrodemanda. Tal y como adelantan desde el programa de TVE, uno de sus colaboradores está entre los damnificados. Se trata de Kiko Matamoros, quien habría ofendido a la artista con sus revelaciones y opiniones. También por la imitación que hizo de ella junto a María Patiño. La presentadora está en el punto de mira y aún no ha sido añadida a la lista, pero bien podría esperar la notificación. Sí le ha llegado ya aLaura Fa por hablar sobre su salud.

También Mariló de la Rubia, quien fuese su íntima amiga y ancla en sus visitas a Córdoba, además de compañera de trabajo del novio de su sobrina Anabel Pantoja. Se sintió traicionada por ella y tras una discusión con Agustín Pantoja terminaron tarifando. Ahora volverán a reencontrarse, presumiblemente, ante un juez. A ella le acusa de filtrar información sensible a la prensa.Y es que los temas sobre salud son lo que más preocupa a Isabel Pantoja que sean de dominio público. No está conforme con que su supuesta enfermedad y su presunto delicada situación sea motivo de debate popular.

De ahí que haya puesto freno a quienes llevan esta información a la televisión o quien filtra los detalles más íntimos a los periodistas. También al propio hospital de Córdoba en el que fue tratada, que también habría sido incluido en la demanda. Pero lo que más le habría molestado es que muchas de estas informaciones sobre su salud son incorrectas y le habrían perjudicado en la firma de nuevos contratos, pues hay cierto temor a que se produzcan cancelaciones de sus conciertos, como ha sucedido en su última gira por su 50 aniversario.

Estas especulaciones sobre su estado de salud y su supuesta enfermedad grave habrían provocado un problema a su faceta profesional. A la vez, se traduce en un agujero económico, pues la inversión realizada para regresar a los escenarios debe ser recuperada para hacer frente a las deudas que aún arrastra y de las que no logra huir. Y, puestos a demandar, Isabel Pantoja ya ha aprovechado para saldar deudas judiciales con otros enemigos, aunque no sea por hablar precisamente de su salud, sino más de sus intimidades. Es aquí donde entra en el juego Dulce Delapiedra, que también ha sido señalada por sus abogados por decir que su jefa trató de atacarla con unas tijeras. Tendrá que demostrarlo en un juicio.