Entrevista

Javier Casado: “A Daniel Sancho le recomiendo que sea un fantasma, que no se haga de notar"

Junto a su fundación +34, ayudan a españoles que están encarcelados fuera de nuestras fronteras a tener las condiciones aseguradas

Daniel Sancho
Daniel SanchoMediaset

Novecientos sesenta y nueve españoles están encarcelados en prisiones fuera de nuestro país, y la Fundación +34 trabaja para mejorar su calidad de vida y facilitar su reinserción ante su situación de desamparo. Javier Casado es su director y se recorre todos los años los distintos centros penitenciarios para visitar a los reclusos. Por su interés transcribimos la entrevista que concedió a la revista PRONTO hace unos días.


- En general, ¿cómo definiría el estado de esos presos?


-
La mayoría se encuentran en cárceles de países latinoamericanos y asiáticos. Y os podéis imaginar lo precarias que son las instalaciones. Las condiciones son infrahumanas, hacinamiento, escasez de comida, situaciones violentas, dormir en el suelo… Aunque, por ejemplo, en algunos lugares, en los barrios del exterior se sufren las mismas penurias que en las prisiones. Es complicado mejorar la situación de las cárceles si es igual de mala que las de fuera. En este sentido, es el reflejo de la sociedad.

Javier Casado
Javier Casado+34


- ¿Qué futuro le espera a Daniel Sancho en Tailandia?


-
Donde está ahora es una cárcel nueva y no llega al cien por cien de su capacidad, y hay espacio para los presos, pero cuando le manden a la de la capital se encontrará con siete mil reclusos en un lugar preparado para tres mil, y es una prisión de nivel máximo en la que cumplen penas personas muy peligrosas y con condenas extremas. La ventaja es que se encuentra en Bangkok, que es mucho más accesible para verle que la actual, que está a mil doscientos kilómetros de la capital. Mucho peor comunicada a la hora de contar con visitas de abogados o familiares.


- ¿Recibirá su visita?


-
No, porque nosotros no atendemos a presos acusados de asesinato o de violación. Y el de Sancho es un delito de sangre.


- Daniel confía en poder trasladarse a una cárcel española dentro de ocho años…


-
Conozco casos de otros presos condenados a cadena perpetua, rebajada a treinta y tantos años, lo han conseguido, y si sucede esto con Sancho es factible que se le traslade a España.


- ¿A qué puede temer este hombre?


-
A las peleas que ocurren en esos centros. Son muy peligrosas y debe mantenerse alejado de cualquier tipo de confrontación. Le recomiendo que sea un “fantasma”, que no se haga notar bajo ningún concepto, que desaparezca para bien y para mal.

Spanish chef, a murder suspect Daniel Jeronimo Sancho Bronchalo, (R) is escorted by Thai police officers during a crime reenactment at a scene in Koh Phangan island, southern Thailand, 06 August 2023.
Spanish chef, a murder suspect Daniel Jeronimo Sancho Bronchalo, (R) is escorted by Thai police officers during a crime reenactment at a scene in Koh Phangan island, southern Thailand, 06 August 2023. ROYAL THAI POLICEAgencia EFE


- ¿Quiénes mandan realmente en esos lugares?


-
En las prisiones sudamericanas y asiáticas, los “plumas”, los cabecillas de las bandas, tienen más poder que los funcionarios e incluso que los mismos directores.


- ¿Qué caso le ha impactado más?


-
Cualquiera en los que haya niños por medio. Hijos de madres encarceladas que han dado a luz en prisión. Lo ideal es agilizar como sea los trámites para que esos niños no vivan una situación tan dura, porque no suele haber módulo de menores.


- ¿Cómo reaccionan los presos españoles cuando va a verles?


-
Se alegran mucho, me preguntan cómo está España, quieren que les cuente cosas de todo tipo. Por unas horas se evaden de su situación. En su cabeza priorizan el deseo de ser libres y en nuestras charlas es como si les trasladáramos a sus lugares de origen. Además, nos ocupamos de sus necesidades médicas y alimenticias… y les quitamos un poco las penas de la cárcel.


- Debe ser muy difícil poner buena cara, dominar las emociones, delante de tanta miseria.


-
Es muy duro, mire, he visto morir a españoles delante mío, presos a los que, según los médicos, les quedaban horas de vida, y yo me quedaba acompañándoles hasta sus últimos momentos. Es muy jodido.


- También tiene contacto con sus familias, ¿no?


-
Claro, es una labor constante, les tenemos al tanto de la situación de sus familiares encarcelados, y les damos consejos sobre cómo actuar cuando les visitan en países lejanos, les calmamos... Están angustiados, para ellos se trata de situaciones nuevas y dramáticas. Es un shock.


- ¿Cómo se financia la Fundación?


-
Recibimos fondos de varias comunidades autónomas y donaciones privadas y las cuotas de nuestros socios.