José Fernando se apoya en Ortega Cano un mes después de la muerte de Michu: las imágenes de sus vacaciones en Cádiz

A casi un mes del fallecimiento de Michu y en medio de los sonados enfrentamientos entre las dos familias involucradas, el círculo cercano de Ortega Cano ha optado por resguardarse en la privacidad y el apoyo familiar. Están viviendo unas semanas especialmente sensibles, marcadas tanto por la pérdida como por la exposición pública, donde cada momento compartido adquiere un valor especial.

En este clima de duelo y búsqueda de consuelo, José Ortega Cano, su hijo José Fernando y Aniceto -el cuñado del diestro- han aprovechado su estancia en Cádiz para dar un tranquilo paseo por Costa Ballena. Alejados de los medios y la atención pública, han encontrado en ese encuentro una oportunidad para reconectar y reforzar sus vínculos familiares.

Con este gesto, la familia del torero reafirma que, pese a las dificultades y tensiones externas, su prioridad es mantenerse unida y valorar el tiempo en común, especialmente durante este verano tan cargado de emociones. “He venido para descansar”, dice el diestro a los reporteros de Europa Press que han dado por él, evitando con amabilidad responder a sus preguntas.

Su hijo, José Fernando, caminaba cabizbajo como muestra del delicado momento personal que atraviesa, ya no solo por la muerte de su expareja, sino por el futuro incierto de su hija. De momento, la menor se encuentra bajo la tutela de su abuela materna, pero cada vez son más las voces que aseguran que la familia Ortega Cano luchará por obtener la custodia de la niña. Su intención no es hacer daño a la madre de Michu, sino que María del Rocío tenga un mejor devenir.

Mientras, los ataques desde los platós de televisión se intensifican y recrudecen. Aparecen nuevos actores, cada uno más alejado del entorno familiar -el amigo de la prima de…- para intentar hacer su agosto a costa de la muerte de Michu, una situación que empieza a cansar a los Ortega Cano.

De hecho, incluso la madre de Michu, Inma, ha pedido a su hija Tamara y al resto de satélites que cesen en sus ataques a la familia paterna de su nieta. La mujer solo quiere tranquilidad en estos momentos de complicado duelo que atraviesa, y lo último que necesita es ver a los suyos día sí y día también atacando a Gloria Camila u Ortega Cano en los platós de televisión. Lo único que busca es la armonía familiar, porque sabe que será lo mejor para la pequeña María del Rocío.