Juan Betancourt: «No me importa renunciar a cosas por mi pareja»

Juan Betancourt (La Habana, 1990) reconoce que lo tuvo bastante difícil para alcanzar el éxito en su carrera como modelo. Sin embargo, con solo 32 años ha trabajado para firmas como Giorgio Armani, Ralph Lauren o Tommy Hilfiger. Pero quien le catapultó a la fama hace ya más de una década fue Tom Ford, cuando sustituyó en la campaña de 2013 al español Jon Kortajarena. Con nacionalidad española desde 2014 y conocido como uno de los maniquíes más importantes a nivel internacional, Betancourt se ganó al público con su participación en «MasterChef Celebrity» y puede presumir, además, de haber enamorado a algunas de las mujeres más prometedoras de nuestro país, entre las que se encuentran Rocío Crusset y Andrea Duro. Pero si para alguien tiene una admiración absoluta es para Paula Badosa, su actual pareja y una de las mejores tenistas del momento. Junto a ella nos atiende desde Dubai, donde ambos han fijado su residencia y donde se preparan para el próximo torneo de la deportista.

Su vida se ha convertido en un ir y venir alrededor del mundo, ¿acompaña a Paula en todas sus competiciones?

Sí, llevo cerca de un año viajando con ella y la verdad es que la experiencia me está gustando mucho. Siempre he estado muy vinculado al deporte, pues era a lo que me quería dedicar cuando era joven, y he tenido la suerte de que la vida me ha juntado con una de las mejores tenistas de la historia de España y del mundo a día de hoy. Poder ayudar a Paula tanto en el terreno deportivo como fuera de él es un gran privilegio.

¿Para ello ha tenido que renunciar a cierta parte de su carrera como modelo?

En realidad yo compagino a menudo mi trabajo con los viajes. Es cierto que he tenido que renunciar a algunas cosas porque en ocasiones ella me necesitaba sí o sí, pero ayudarla a ella es lo que realmente me apasiona, porque es mi pareja y porque quiero que cumpla sus sueños. Paula está ahora en uno de los mejores momentos de su carrera y no puede dejar de competir, y a mí me gusta ser su apoyo en esta carrera suya que es tan solitaria. La obligación de estar todo el año viajando no le permite estar ni con su familia ni con amigos, y yo la estoy acompañando en este mundo tan complicado.

Últimamente la hemos visto un poco decaída a causa de la lesión que le impidió ir a Australia, el virus que no la dejó competir en Abu Dabi y las derrotas en Doha y Dubai. ¿Cómo la apoya en estos momentos tan duros y complicados?

Son cosas del deporte que pasan y que debemos aceptarlas y seguir. Yo siempre intento recordarle que hay vida más allá del tenis y que además de ser deportista es una persona. Me gusta recalcarle que tiene que disfrutar del camino y del proceso, y no solo del objetivo. Hay que enfocarse en otras cosas aparte del trabajo, que la vida pasa volando y si no se sufre mucho más.

Quién diría que aquel mensaje con el que se conocieron a través de Instagram hace ya casi dos años daría tanto de sí, ¿podemos saber qué le dijo?

En realidad no lo recuerdo bien. Le comenté una «storie» de la red de Instagram, sobre un partido de tenis que yo estaba viendo también, y le puse algo así como «qué buen partido». Esto fue el pistoletazo para que ya comenzáramos a hablar por Internet. Nos caímos bien y, después, nos presentaron físicamente en un torneo en la ciudad de Madrid. Y el resto de la historia, ya la sabéis.

Y ahora son inseparables, aunque no ha dejado de lado todos sus proyectos.

No, con la moda sigo colaborando. Ahora estoy cerrando un par de cosas para televisión que no puedo contar, pero que van a estar muy bien. Estoy ilusionado con todo lo nuevo que llegará.

Son una pareja de guapos y sabemos que, de vez en cuando, hace sus pinitos en el tenis, pero, ¿se animaría Paula a acompañarle por la pasarela?

Seguro, ya la liaré en el momento que tengamos libre. Es algo que hemos hablado y a ella también le gustaría hacer un proyecto juntos de moda, pero todavía no nos ha llegado ningún proyecto que nos haya convencido. Estoy seguro de que en el futuro haremos algo juntos.

El cine es otra de sus pasiones. Su debut en la gran pantalla lo hizo junto a Berta Vázquez con «Las leyes de la termodinámica». ¿Qué le parece todo el revuelo que se ha formado en torno a su aparición en los Goya?

Obviamente estoy con Berta a muerte, es un encanto de persona y es guapísima, ahora y antes. Siempre lo ha sido. Es una mujer sensacional, por dentro y por fuera. Solo tengo palabras buenas para ella porque me ayudó mucho durante la grabación de la película y me parece muy injusto que siempre se ponga el foco en este tipo de temas, principalmente cuando las protagonistas son mujeres. Creo que la sociedad debe aprender a respetar a las personas y me parece genial que se luche por ello. Estos temas ya empiezan a ser aburridos, deberíamos superar de una vez estas cosas.

Y hablando de actrices: si pudiera elegir, ¿con qué intérprete le gustaría trabajar?

Con Ana de Armas, lo tengo claro. No tengo que justificarlo, pero parece una actriz estupenda y además es cubana como yo, lo que supone un extra: poder trabajar con alguien que ha salido del mismo sitio que yo y poder compartir con ella la experiencia de vida que tenemos en común me parece algo muy curioso.