Polémica

Julián Contreras da los motivos por los que se tiene que despedir de su perro: “Me han llamado monstruo”

El hijo de Carmen Ordóñez se ha trasladado junto a su padre enfermo a un piso situado en las afueras de Córdoba

Julián Contreras
Julián ContrerasGtres

La situación de Julián Contreras parece que se relaja poco a poco. Tras abandonar Cuenca, lugar en el que se había instalado con su padre, el hijo de Carmen Ordóñez encontró a las afueras de Córdoba una residencia que se adapta a todas sus necesidades actuales. Entre sus instalaciones destacan una zona de relajación para los inquilinos, una piscina y un gimnasio. Fue el miércoles cuando desde el programa “Así es la Vida” se pudo hablar con Julián para contar sus nuevas condiciones. También usó esta entrevista como altavoz para dar a conocer la noticia de que estaba buscando una casa para su perro, Rocky, debido a que ya no podía estar con él.

La primera reacción de algunos colaboradores, como Sandra Bernarda o Alejandra Rubio, a sus palabras fue la indignación a que se quisiera deshacer del perro. “Un perro es un miembro más de la familia”, expuso la hija de Terelu Campos. Desde entonces el odio que ha recibido Julián Contreras ha sido tal que se ha visto en la necesidad de reaccionar en sus redes sociales a lo que para él es una injusticia: “Me han llamado monstruo, torturador… ¿de verdad os creéis que os duele más a vosotros que a mí que Rocky se vaya?”, relatan desde el citado programa. Unas palabras que se basan en que el edificio al que se ha mudado no admite animales, pero nada más lejos de la realidad “este edificio es amante de los animales”, seguía diciendo.

Julián Contreras comunica el fallecimiento de su gato
Julián Contreras comunica el fallecimiento de su gatoEuropa Press

El motivo por el que se tendrá que separar de Rocky es distinto. Y es que el tiempo que tiene Julián Contreras para encargarse de las necesidades del animal es muy limitado. Hay que tener en cuenta que su padre está enfermo y que cuando no esté trabajando estará cuidando de su padre o haciendo su vida: “Mi padre no puede pasear a Rocky, es decir, si yo estoy fuera, tengo que ocuparme de que venga alguien a sacar al perro tres veces al día y de que esté con él”.

Julián Contreras ha mantenido que no tiene un perro por capricho. Se trata de una responsabilidad que le llegó sin buscarla, pero piensa seguir responsabilizándose de él para encontrar un hogar acorde a las necesidades de Rocky: “Yo no tengo un perro porque yo quisiese tener un perro, es un perro que yo rescaté