Lourdes Ornelas y su lucha por «salvar» a Sheila

La detención de Sheila Devil, antes Camilín, la hija del desaparecido Camilo Sesto, con doce gramos de cocaína puede tener graves consecuencias. «Al superar la cantidad de siete gramos y medio de cocaína, considerada la máxima cantidad para consumo propio, podrían condenarla entre tres y seis años de cárcel. Y además una multa estimada en el triple del valor de la droga incautada», explica la abogada María José Patrón, CEO de Patrón ABogados, a LA RAZÓN. La pena carcelaria es inevitable pero «pueden existir atenuantes que la rebajen. Aunque no tenga antecedentes, si se le condena a más de dos años puede entrar en un centro penitenciario. Pero vuelvo a lo de los atenuantes, como pueden ser una confesión, una conformidad o una cooperación con la Justicia, puede haber una reducción de la pena», señala Patrón. Si se demuestra que es consumo propio por adicción, «la pena podría sustituirse por un tratamiento de desintoxicación en un centro».

La situación supera todos los límites y la madre de la joven, Lourdes Ornelas, ha tomado la determinación de tomar las riendas de la vida de su hija. Estuvo a su lado cuando salió del calabozo el martes por la mañana y la acompañó a las dependencias judiciales de Torrelodones, donde tras tomarle declaración, fue puesta en libertad provisional a la espera del juicio. De momento, se desconoce si se celebrará pronto. «Eso depende de lo que solicite el fiscal… pero el panorama es complicado», declara la letrada a este periódico.

Ornelasestá desesperada. Lleva años luchando para que Sheila deje las malas compañías, se cure de sus adicciones y regrese al buen camino. Hasta el momento, sin éxito. Ante la gravedad de la situación, lo primero que ha hecho ha sido contratar a un equipo de obreros para arreglar los desperfectos del chalet que heredó su hija al morir su padre, Camilo Sesto.

En una reciente entrevista publicada en «Pronto», la joven renegaba de su progenitora y aseguraba que su verdadera madre fue Rocío Dúrcal , algo que ha llenado de estupefacción a Carmen, Shaila y Antonio Morales, los tres hijos biológicos de la fallecida artista. Entienden que está enferma y que las drogas la están consumiendo. Sienten mucha pena porque la conocen desde pequeña y siempre hubo una gran amistad entre las dos familias.

Malas compañías

Ahora, lo importante es que Lourdes está volcada en «salvar» a su hija. Incluso ha contratado a una persona para que mantenga limpia la mansión y ha llegado a enfrentarse cara a cara con quien pasa droga a Sheila. Se trata de alguien muy conocido y peligroso de la localidad de Torrelodones. La mexicana insiste en la importancia de alejar a su hija de las malas compañías que abusan de ella y de su generosidad y que incluso han llegado a sacar pertenencias de la casa en la que vive la joven.