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Conmovedor

"Una madre más": La poderosa frase de la prensa francesa sobre la Reina Letizia tras su reencuentro con la Princesa Leonor

El emotivo abrazo entre madre e hija en Panamá emociona a Europa y revela una nueva imagen de la Reina de España

La Reina Letizia y la Princesa Leonor, en Panamá Jose Jimenez HANDOUTEFE

Una pasarela naval en Panamá se convirtió en el escenario inesperado de uno de los momentos más íntimos y comentados de la realeza europea. La Reina Letizia, lejos de la solemnidad de los salones palaciegos, abrazaba con fuerza a su hija, la princesa Leonor, tras más de cuatro meses sin verse. El gesto, captado por cámaras de todo el mundo, no tardó en cruzar fronteras. Y con él, una frase potente: "No hubo protocolo ni títulos reales, solo la alegría del reencuentro", titulaba el medio francés Point de Vue, resumiendo lo que muchos vieron en ese instante cargado de emoción.

La reina Letizia recibe a la princesa durante la escala del buque escuela Elcano en PanamáCasa de S.M. El Rey / Jose JimenezAgencia EFE

El reencuentro tuvo lugar durante la escala del buque escuela Juan Sebastián de Elcano en Panamá, en una fecha especialmente simbólica: el Día de la Madre. El abrazo fue espontáneo, lejos de la frialdad y el protocolo de las audiencias oficiales. Para muchos, una escena familiar; para la prensa internacional, una declaración de humanidad. "Ella es una madre más, consumida por el nerviosismo", apuntaba Point de Vue, alejando a Letizia del encorsetado rol institucional.

Mono rojo ceñido a la cintura

Más allá de la emoción, hubo también espacio para el estilo. Horas después, la Reina Letizia reaparecía en una gala a bordo del navío con un llamativo mono rojo de Mango, ceñido a la cintura, con escote halter cruzado. Un look sobrio, pero rotundo. Un guiño sutil a su estilo cada vez más cercano, más relajado.

El look de la Reina Letizia.Gtres

El viaje a Panamá concluirá el 6 de mayo, cuando el navío retome su travesía hacia el Caribe. Pero la imagen de madre e hija, fundidas en un abrazo sin necesidad de palabras, ya ha quedado grabada en la memoria colectiva. Y, como resume la prensa gala, ese momento no necesitó coronas. Solo corazón.