La madre de Michu intenta poner paz con la familia de Ortega Cano

Los cruces de reproches entre la familia de Michu y la de su exnovio y padre de su hija, José Fernando Ortega, están traspasando los límites del respeto y la necesaria cordialidad. La actitud de Tamara, hermana de la fallecida, con sus ataques continuos hacia los Ortega, y especialmente contra Gloria Camila, ya empieza a molestar a su propia madre, Inmaculada, quien pide a su hija que deje de ir a los platós de televisión y demuestre más cordura.

Inma, como la conocen los suyos, es partidaria de poner paz entre las dos familias y mantener una relación basada en cierta cordialidad. No quiere más enfrentamientos e incluso se arrepiente de haber hecho unas polémicas declaraciones refiriéndose a Gloria Camila, a quien ya ha pedido perdón.

Es una mujer sencilla y enemiga de conflictos. Dicen que su relación con Tamara es muy distinta a la que tenía con Michu. Con esta última mantenía un vínculo lleno de cariño y objetivos comunes; con la otra, la relación es más distante. Michu era más tranquila -en eso se parecía mucho a su madre-, mientras que Tamara es más “acelerada”, más impulsiva, y muchas veces tiene unos prontos nada recomendables.

De momento, la hija de Michu y José Fernando vive con su abuela materna, pero esta entiende que la niña deba pasar temporadas con su familia paterna. Tanto ella como los Ortega quieren quedarse con la custodia de la pequeña Rocío. Habrá que ver si es cierto que Michu dejó escrito un testamento en el que expresaba su voluntad de que su hija quedara a cargo de los Ortega si a ella le ocurría algo grave, debido a sus problemas de corazón.

Es evidente que el nivel de vida que Rocío tendría con su abuelo paterno sería mucho mejor que con su otra familia. El torero y su hijo, Josefer, podrían ofrecerle un futuro más estable gracias a su saneada economía. Michu era muy lista y sabía que esa era la mejor solución en caso de que ella faltara.