
Raíces
Mar, música y familia: el refugio mediterráneo de Javier Calvo para sanar heridas tras su ruptura con Javier Ambrossi
El artista tiene raíces murcianas y Águilas, una localidad costera de la región, se ha convertido en ese espacio seguro al que volver cuando necesita "olvidarme del mundo"

Era un secreto a voces, un rumor que llevaba tiempo flotando en el aire y que, por fin, se ha confirmado. Javier Calvo y Javier Ambrossi, el tándem más carismático del audiovisual español, han puesto fin a su historia de amor tras trece años de relación. Los Javis, como los conoce medio país, separan sus caminos personales, pero no los profesionales: seguirán trabajando juntos en los proyectos que ya tenían cerrados y en los que están por venir. Su complicidad creativa, al parecer, no entiende de rupturas.
Entre las incógnitas que deja su separación, una destaca especialmente: qué pasará con la espectacular casa que comparten en Madrid, aquella vivienda luminosa y vanguardista que mostraron orgullosos en una conocida revista de decoración. De momento, su futuro es incierto, aunque no les faltan refugios donde recomponerse y volver a respirar.
En el caso de Javier Calvo, ese refugio tiene nombre propio: Águilas, la localidad murciana bañada por el Mediterráneo que guarda parte de su infancia y de su corazón. Allí veranea desde que tiene memoria, rodeado de familia, amigos y vecinos que lo tratan como uno más. Entre sus aguas templadas y sus veranos sin prisa, encuentra siempre el equilibrio cuando la vida se desordena.
Este mismo año, fue pregonero del carnaval de Águilas, un honor que vivió con emoción y orgullo. “Para mí es algo muy bonito y muy especial porque mis abuelos compraron una casa aquí hace muchísimos años. Yo desde que nací veraneo en Águilas, me siento muy conectado a Águilas. [...] Aquí he compartido con mis primos, mis tíos y mis amigos de verano todo tipo de aventuras, días de playa, noches veraniegas y primeros amores”, confesó entonces.
Cada verano, es habitual verle por las playas más bellas de la zona, como Cabo Cope o Poniente, en buena compañía -hasta ahora, también la de Ambrossi-, disfrutando del mar, los atardeceres y los chiringuitos donde se mezclan tradición y sofisticación. No solo Águilas, sino toda la Región de Murcia, es para Calvo un territorio de calma, un lugar donde, en sus propias palabras, puede “olvidarme del mundo”.
El pasado mayo, sin ir más lejos, no se perdió el festival Warm Up, celebrado en el corazón de Murcia, donde actuó su amiga Amaia Romero y él mismo se subió al escenario con su grupo, Raya Diplomática. Tras el festival, aprovechó para recorrer la costa murciana, desde su adorada Águilas hasta Bolnuevo, en Mazarrón, confirmando lo que ya había dicho meses atrás: la Región es “una joya oculta”.
✕
Accede a tu cuenta para comentar


