
Jet set
Marisa de Borbón, de musa de Francisco Umbral a fiel escudera de Cari Lapique y ahora viuda
Apartada ya de la vida pública, formó parte de aquel grupo de aristócratas y famosos que deslumbró en las décadas de los 80 y los 90 en las noches de Marbella y Madrid. Su esposo, Alfonso de Borbón y Escasany falleció el sábado a los 80 años
Francisco Umbral creó su propio mundo de Guermantes (en alusión a la vida social de las clases altas francesas que describió Marcel Proust) con marquesas, condesas y otras ninfas que aligeraban sus noches de smoking y prosa, como aquella en la que le dieron el premio Mariano de Cavia. "Yo había metido allí mi pequeño mundo de Guermantes (las Tessa Baviera, las Marisa Borbón), y el ABC metió a sus financieros de plata planchada, sus jóvenes poetisas y sus embajadores extranjero", escribió.
Marisa Yordi, que tomó el apellido Borbón al casarse con Alfonso de Borbón y Escasany, fallecido el sábado en Madrid a los 80 años, formaba parte de aquel exquisito círculo umbraliano que completaban Pitita Ridruejo, Inés Oriol o Carmen Díez de Rivera, "la única mujer madura" de la que pudo enamorarse. Eran sus musas, el epitome del glamour de alta cuna, y las reverenció en sus crónicas haciendo con ellas hizo género literario.
Crónicas de sociedad
La triste reaparición de Marisa de Borbón en el tanatorio de La Paz, en Tres Cantos, para despedir a su marido, obliga a poner en valor su figura, icono brillante de la Transición, ejemplo de elegancia y estilo en aquellas noches madrileñas, parisinas o marbellíes que reunían a escritores, diseñadores, políticos, aristócratas y grandes empresarios. Umbral dio cuenta en sus crónicas de los detalles íntimos de sus extraordinarias vidas, si bien, como decía, "escribir es exagerar".

La última aparición pública de Alfonso de Borbón y Escasany y su mujer Marisa fue el 10 de julio de 2021, en la localidad de Retuerta de Bullaque, Ciudad Real, con motivo de la boda de Amelia Millán y Felipe Cortina, hijo de sus grandes amigos Alfonso Cortina, fallecido unos meses antes a causa del covid, y Myriam Lapique. Marisa, elegantísima con un mono en tonos verdes, ya era en ese momento uno de los puntos de apoyo de Myriam, igual que lo ha sido para Cari Lapique después de la pérdida de su marido, Carlos Goyanes, y su hija Caritina, en agosto de 2024.
Aunque lleva años apartada de la vida social, Marisa de Borbón fue una conocida relaciones públicas de firmas de moda como Loewe en los años 80 y una de las mujeres más elegantes del país. Se casó en 1971 con el primo segundo del Rey Juan Carlos, padre de sus dos hijos, Alfonso, esposo de la modelo Eugenia Silva, y Alejandra, casada con Bosco, hijo del escritor Alfonso Ussía.
Tenía asiento preferente en los desfiles de moda, fiestas benéficas o eventos organizados por Loewe, a los que solía asistir con Cari Lapique. Fue una de las invitadas al 70 cumpleaños de José María Aznar, en 2023, al que acudió con un regalo de Hermès, pero su vida en estos últimos años es de absoluta discreción.
Lejos quedan ya aquellas fiestas interminables de la jet set vestida de Givenchy o Chanel tan inspiradoras para Umbral y los alegres veranos de Marbella, junto a personajes como Alfonso de Hohenlohe o Jaime de Mora y Aragón, que tanto juego dieron a las revistas del corazón.
Amiga también de Isabel Preysler, Marisa ha llevado el apellido Borbón con absoluta distinción. Hoy estrena una viudez que compartirá con sus grandes amigas, Cari, Nuria, Myriam o Isabel, las mismas damas del Guermantes de Umbral, pero aprendiendo otra forma distinta de estar en el mundo.
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