Marta Sánchez: «No me gusta verme envejecida, pero es ley de vida»

La cantante Marta Sánchez se encuentra en un momento de paz y tranquilidad. Mantiene su carrera profesional equilibrada, sin agobios, y sigue involucrada en los proyectos que le gustan y aportan felicidad. Es independiente y ella misma se financia sus temas y giras como «Piano y voz». Uno de sus últimos éxitos fue «Contigo», una canción dedicada a Federico, su pareja y de la que dice estar ya casada. La artista es una mujer leal a sus principios y desde hace dieciséis años mantiene una cita ineludible coincidiendo con el Día Internacional del Cáncer de Mama que convoca la firma Ausonia. Esta enfermedad le tocó muy de cerca y de ahí que tenga un compromiso personal para apoyar las campañas de prevención.

Usted nunca le falla a esta convocatoria.

Así es. Ni por trabajo, ni por viajes, ni por nada. Es como si los ángeles me quisieran aquí. Estoy desde el principio y tengo esta fecha fija en mi calendario.

Una manera de homenajear a su hermana Paz.

Al principio lo hice por ella y tenía cierta reticencia a rememorar los momentos tan difíciles y duros por los que pasamos. Me costaba hablar del tema porque tenía mucho dolor dentro. Me armé de valor y lo hice. Le debo a ella involucrarme en estas campañas de investigación y prevención.

Este año dicha campaña incluye unas fotografías de mujeres conocidas a las que se les ha envejecido la mitad del rostro. También lo ha hecho.

Si soy sincera, te diré que es la campaña que más me ha costado. No me gusta verme envejecida, pero es ley de vida. Y, sobre todo, porque aparece una chica que ha tenido cáncer y explica lo que significa estar viva. Como me dicen, «Marta, la otra alternativa a las arrugas es morirte».

Pero usted parece no cumplir años.

A mí me marca la edad mi hija, que ya es una mujer de veinte añazos. Y una niña estupenda que estudia diseño y moda. Tiene las cosas muy claras y es buena persona. Los hijos nos ponen los pies en la tierra de nuestra edad.

Cree que ahora los jóvenes lo tienen más complicado con las redes sociales.

Lo que hay es mucha tontería. Antes no se cuestionaban las cosas tanto. Ahora parece que no puedes comentar ni decir nada porque se te echan encima. No había tantos filtros y pienso que estábamos más espabilados.

¿Se ha sentido atacada por los «haters» de internet?

En Instagram lo llevo casi todo yo. En Twitter y Facebook me echan una mano porque no doy de sí. A veces me mandan mensajes gente muy maleducada y cobarde. De todos los años que llevo ya en las redes he denunciado dos por dañinos.

¿De trabajo cómo va?

Nunca he tenido un año sabático. Estoy con varios proyectos y deseo continuar con mi banda dando conciertos.

¿Qué haría en ese año sabático?

Viajar, estar con mi hija, con mi madre y con Federico. Llevamos ya cinco años y es mi marido.

¿Haría una gran boda?

No depende de mí. Me lo tendría que pedir porque soy muy chapada a la antigua. El anillo ya lo tengo. Es de diamantes y precioso. Me cuida y es lo importante. Formamos un gran equipo.