
Juicio
El médico que vendió ketamina a Matthew Perry se declara culpable
Más de un año después de la muerte del inolvidable Chandler Bing, Salvador Plasencia, uno de los médicos implicados, admite su responsabilidad en la venta ilegal de ketamina al actor. Se enfrenta a hasta 40 años de prisión

Han pasado más de tres décadas desde que "Friends" nos presentó por primera vez a Chandler Bing, el sarcástico compañero de sofá de Central Perk. Pero desde que el 28 de octubre de 2023 se confirmara la muerte de Matthew Perry en su mansión de Los Ángeles, la comedia eterna ha sido inevitablemente teñida de luto. El fallecimiento del actor, a los 54 años, no solo desató una oleada de homenajes y nostalgia mundial, sino que abrió un caso judicial que sigue destapando una trama turbia y cada vez más inquietante.
Este mes, la investigación ha dado un giro decisivo. Según informan medios locales y recogen fuentes judiciales del Tribunal de Los Ángeles, Salvador Plasencia, uno de los dos médicos implicados directamente en la muerte del actor, ha anunciado su intención de declararse culpable. Aunque la confesión oficial está pendiente de ratificación, Plasencia ya ha remitido documentos ante el juzgado admitiendo haber suministrado de forma ilegal 20 viales de ketamina, cápsulas y jeringuillas a Matthew Perry y a su asistente personal, Kenneth Iwamasa.
Droga de alto riesgo
El facultativo reconoce además que su comportamiento estuvo "por debajo del nivel adecuado de atención médica" y admite que no había justificación médica legítima para las entregas del potente anestésico, convertido desde hace años en droga recreativa de alto riesgo. Este punto es crucial: lo que podría haberse encubierto como una prescripción médica ha sido desenmascarado como una transacción criminal.

La situación de Plasencia se agrava por otro factor aún más oscuro: junto a su colega también implicado en el caso, falsificó y alteró documentos relacionados con la muerte del actor. La fiscalía ha presentado, incluso, conversaciones interceptadas entre ambos, en las que se referían a Perry con desprecio y discutían cuánto más podrían cobrarle por la droga. "¿Cuánto más va a pagar este imbécil por la droga?", se lee en uno de los mensajes filtrados, prueba de una actitud cínica y carente de ética que ha escandalizado incluso a los investigadores.
En los dos meses previos a su muerte, Matthew Perry habría desembolsado cerca de 55.000 dólares en ketamina, una cifra que no solo pone en evidencia su dependencia, sino también la explotación deliberada de su vulnerabilidad por parte de quienes, irónicamente, debían velar por su salud.
Mientras el mundo sigue revisitando capítulos de "Friends" como si el tiempo no hubiera pasado, el proceso judicial avanza con la posibilidad de una sentencia ejemplar: hasta 40 años de cárcel para Plasencia. Un caso que deja claro que detrás del humor, a veces, se esconde un drama demasiado real.
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