Menorca exige espacio: senderos, galerías y calderetas

Menorca sacude su modorra y… ¡exige espacio! Su sofisticación, su refinamiento elegante y sereno, personifica lujo discreto y sutil. Es el destino perfecto para quienes buscan un retiro lujoso pero sin pretensiones. Empezamos por el intimista casco antiguo de Ciudadela y Mahón, disfrutando de un cóctel en las terrazas del puerto, observando el trajín de elegantes yates.

Caminar

El Camí de Cavalls es un sistema de senderos de casi 185 kilómetros construido por primera vez en el siglo XIII por el rey Jaime I de Aragón como defensa contra piratas turcos. Serpentea por silvestre naturaleza de Menorca, entre crestas de caliza, bosques, olivos hasta ocultas calas de finísima arena.

Playas y calitas

Descubres coquetas calas entre rocas, olivos y sol perenne. Reserva de la Biosfera, su costa y zona marina están impolutas. El sur es de ensueño: Cala Mitjana, Turquesa y Macarella… Cala Macarelleta es nudista, aunque el topless es habitual en toda la isla. Platja de Sant Tomas, Sant Adeodat y Biniguas, cuentan con resort y más instalaciones.

Comer

Para disfrutar de la noche en el puerto de Cales Fonts, ofrece vistas impresionantes y platos de marisco fresco en Sa Punta (Es Castell). Al otro lado de la isla, escondido entre las calles adoquinadas de Ciutadella, se encuentra. Smoix, en Citadella, antigua zapatería es hoy coqueto hotel-restaurante, con la alta cocina Miquel Sánchez: Albóndigas de bacalao en sopa de garbanzos caliente, patatas decadentes con crema de erizo de mar y el clásico: raviolis rellenos de langostinos y cubiertos con salsa de boletus con mostaza y miel. Cana Pilar cuanta con Víctor Lidón, ex jefe de cocina del de Santi Santamaría. Este chef profundiza en el respeto al producto, las bases de la cocina clásica y la capacidad de emocionar con ingredientes sencillos.

Por otro, lado en Es Cran (Fornells) las paredes encaladas de Es Cranc y el azul del mar hacen que se rinda culto a su caldereta de langosta. Y cuando se trata de comerla, el Café Balear es un clásico. También buenas gambas y rape.

En la protegida calita Alcaufar está el Xuroy (San Luis), especializado en arroces y pescado fresco de Menorca. Pero la cátedra del tapeo está en Mahón. Se llama La Murada. Buen lugar para caracoles, berenjenas al horno, sepia en salsa, fritura de verduras, pulpo encebollado y ortigas de mar.. Para tardeo y gin tonic está Isabella en Fornells. Cerca de Ciutadella, otro templo: Nonna Bazaar. Casa de campo restaurada entre jardines y huertos. Con reserva: por la noche, los mejores DJ de la isla.

Arte y más arte

En Mahón la ceramista Blanca Madruga, crea cuencos texturizados y hermosas tazas. Así, la prestigiosa galería Hauser & Wirth, decide establecerse aquí, inaugurando su nuevo local este verano, en Illa del Rei, en el puerto de Mahón. En Alaior, la galería LOAC, exhibe la obra de Joan Miró.

Dormir bien

Barceló Nura lanza la colección limitada Conscious Ceramics Nura Collection by Marcela Luna, junto a Nekane Jiménez, basada en la recuperación de residuos, en la pop up que el hotel pone a disposición de los huéspedes. La última propiedad que se ha abierto en la isla es Son Vell, una mansión veneciana del siglo XVIII que ahora alberga 34 habitaciones. Orientada al aire libre, ya sea para tomar una clase de yoga o gozar del teatro. En el centro geográfico de la isla, en Ferreries, se encuentra Ses Sucreres, regentado por una pareja hispano-francesa. Su jardín, cautivador. Para terminar, Experimental Menorca: un antiguo cuartel con 35 habitaciones, de estilo palladiano, con restaurante, bar y piscina. Y una sangría brutal.

Experimental Menorca

Este hotel tiene un vínculo militar, ya que fue un antiguo cuartel. La habitación 70 es la antigua capilla, una de las nueve villas del complejo con piscina privada. En el exterior hay un restaurante al aire libre, una preciosa piscina y un bar que sirve sangría hasta el anochecer.