Viaje

Mientras Mariló devuelve la ilusión a Isabel Pantoja, su sobrina Anabel le "arrebata" un sueño

La sobrina de la tonadillera ha cumplido un los mayores deseos de su tía

Isabel Pantoja
Isabel PantojaGtres

Uno de los mayores sueños de Isabel Pantoja es conocer al Papa Francisco. Lleva mucho tiempo esperando la llamada para esa cita tan deseada como espiritual . Y resulta que ha sido su sobrina Anabel la que le ha "arrebatado", de momento, esa gran ilusión. Dicen que a la tonadillera le corroe la envidia, que hubiera dado cualquier cosa por haber ocupado el lugar en el Vaticano de la influencer. Eso si, envidia sana, porque adora a su sobrina y se alegra de que ella haya tenido más suerte en este proyecto religioso.

Mientras llega el día soñado, Isabel recupera las ganas de salir de su enclaustramiento en Cantora gracias a su amiga Mariló de la Rubia, la oftalmóloga cordobesa que la acompaña últimamente en sus visitas a la capital de la Mezquita.

La cantante aclaraba ayer que "conozco a la familia de La Rubia desde hace cuarenta años, y las dos somos muy amigas". Resulta que el padre de Marilo+ó tenía una cierta amistad con Paquirri, el que fuera marido de la artista. Tenía un negocio de joyería y orfebrería y confeccionaba medallas y otras piezas religiosas al torero. Las mismas que todavía reclaman Francisco y Cayetano Rivera a la dueña de “Cantora”, porque pertenecieron a su padre y parece ser que Paquirri les prometió que iban a ser para ellos y para su otro hijo, Kiko. Pero Isabel las tiene a buen recaudo y se niega a entregarlas, lo que generó un conflicto de intereses hace ya varios años.

La cantante se está sometiendo en estos días a distintas tas pruebas y análisis en una clínica cordobesa con el fin de ponerse a punto para el próximo concierto, que tendrá lugar el 13 de abril en el Wizink Center madrileño.