Entrevista
Miguel Ángel Muñoz: "Julio Iglesias ha sido un caramelo para mí"
El actor interpreta a Julio Iglesias en el biopic «Bosé». Hablamos de cómo ha conseguido clavarlo
Miguel Ángel Muñoz es uno de esos personajes colaterales del biopic «Bosé», que se emite a través de la plataforma Skyshowtime. Una serie donde interpreta a Julio Iglesias. Un papel difícil dada la imagen mundial del cantante. Muñoz lo borda. Explica que se encuentra en un momento muy feliz de su vida. Tanto en el plano laboral como en el personal. Es un hombre multidisciplinar. Canta, baila, cocina y dirige. En la Seminci de Valladolid en noviembre del año pasado presentó su documental «100 días con la Tata» y recibió el premio Forqué. Es una historia que refleja su amor por su abuela, una de las personas más importantes de su vida junto con su madre. Ahora es Julio Iglesias, y hasta ha aprendido a decir «hey» mejor que el titular.
¿Qué significa para usted su papel en la serie de Miguel Bosé? Tanto por participar como por encarnar a Julio Iglesias.
Es un proyecto impresionante. La posibilidad de participar en un biopic sobre una persona talentosa y transgresora. Miguel es un icono de nuestra cultura pop, con una manera de expresarse que no iba acorde con ese tiempo. Un personaje con una familia extraordinaria en todos los sentidos. Y, además, me maravilla que no solo participe en los guiones, sino en la promoción. Es algo inaudito.
Son dos figuras que forman parte de la historia de nuestro país.
Efectivamente. Y después del personaje de Bosé, Julio Iglesias es el más importante en cuanto a los personajes que yo podía interpretar. Estoy muy agradecido. Ha sido uno de los mayores regalos que me podía dar la profesión. Julio Iglesias es la máxima estrella que hemos tenido y seguiremos teniendo. Es una leyenda.
Los dos han administrado su fama a su manera. ¿Usted cómo lo ha hecho?
Creo que cada persona vive su vida y sus condiciones. En mi caso, sí te puedo decir que lo que me ha ayudado es mi familia, y mi familia elegida. Mis amigos siguen siendo los mismos de cuando teníamos 14 años. Han vivido conmigo los éxitos y los bajones profesionales y personales. Así puedo tener los pies en la tierra.
Las redes pueden resultar peligrosas a la hora de manejar el ego. ¿Cómo lo hace usted?
Me gusta estar al tanto de todo lo que va surgiendo y ver cómo se mueve. Para mí es una herramienta donde puedo transmitir buenos valores y mensajes positivos. Si hubiera algo que me desagradase, es posible que bloqueara.
¿Que es lo que más le costó de interpretar a Julio Iglesias? El reto era no caricaturizarle, no imitarle.
El reto era robar su esencia, su energía y, por supuesto, ofrecer al espectador cosas que van a querer ver. Desde su sonrisa, su moreno, su mano en el pecho. Para mí ha sido un caramelo. El consejo que me dieron fue que me divirtiera y que, si se me iba el personaje, ya estaban ellos para controlarlo.
¿Cómo se documentó? Usted no es de esa generación y no sé si escuchaba su música en casa.
En mi casa se ha escuchado siempre mucha música y se ha visto mucho cine. Mi padre, desde que era pequeño, me ha puesto películas españolas y extranjeras. Lo fomentaba. Y todo esto antes de que yo empezara a trabajar. He escuchado a Julio Iglesias, he visto sus películas y además conocía toda su historia.
¿Habló con él?
Ahora no. Compartimos escenario en el 2004. Estoy deseando hablar con él y comentar este biopic.
¿Tuvo trato con Miguel Bosé en su época dorada antes de marcharse a México?
Nos conocimos a través de mi amigo José Samanta, que en paz descanse, y nos tenemos cariño.
No es fácil empezar a los 14 años y seguir haciendo lo que a uno le gusta.
En realidad, comencé a los 10 años con la película «El palomo cojo» y, con 14, con la serie «Al salir de clase». En esos momentos, no sabía qué era lo que me gustaba hacer. Para mí, ir a un rodaje era un hobby y empecé a ser consciente a partir de los 16 años. Fue cuando dije: «esto es lo que quiero hacer toda mi vida».
Es una especie de hombre orquesta. Baila, interpreta, canta, cocina, dirige, es un buen hijo, un buen nieto…
Seguramente soy mucho menos bueno de lo que parece.
La historia «100 días con la Tata» ha servido para visibilizar la soledad de las personas mayores.
Siempre digo en este sentido que nunca me he querido poner medallas que no me pertenecen. Quise contar nuestra historia para que se viera que lo realmente importante es pasar tiempo con las personas que queremos.
¿En qué cree que radica su éxito en el mundo laboral?
Por suerte, he ido encadenando trabajos, y me siento muy afortunado porque no es muy habitual.
¿Qué recomendaría a la gente que está empezando?
Que nunca pierdan la ilusión y que le pongan pasión a lo que hacen.
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