Héroe

Miguel Ángel Silvestre ayuda a impedir un atraco en una tienda de lujo en Madrid

El actor no se lo pensó dos veces a la hora de salir corriendo tras el ladrón para que devolviese los bolsos que había robado

El actor Miguel Ángel Silvestre
El actor Miguel Ángel SilvestreSusanna SáezAgencia EFE

Su carácter simpático y cercano le ha convertido en uno de los actores más queridos de nuestro país. Ahora, tras su última hazaña, Miguel Ángel Silvestre ha vuelto a demostrar las razones por las que tiene tantos admiradores. Y es que el programa ‘Socialité’ revelaba ayer que el actor se había visto envuelto en una auténtica escena de película durante una jornada de compras en Madrid.

El suceso tuvo lugar el pasado jueves en la calle Serrano, cuando un atracador sustrajo varios bolsos de una tienda de lujo. Miguel Ángel Silvestre, que se encontraba cerca del lugar, no dudó en salir corriendo tras el ladrón para impedir el robo. “Actué por inercia”, reconoció el actor. “Fue cosa de acción, reacción”. Y aunque intentaba quitarle hierro al asunto explicando que el dependiente que salió corriendo junto a él era el verdadero héroe, lo cierto es que su actuación ayudó a dar caza al ladrón.

Miguel Ángel Silvestre durante la entrega de los Premios Hombre del Año Esquire que se celebra en el Casino de Madrid, a 14 de diciembre de 2022, en Madrid (España).
Miguel Ángel Silvestre durante la entrega de los Premios Hombre del Año Esquire que se celebra en el Casino de Madrid, a 14 de diciembre de 2022, en Madrid (España).Raúl TerrelEuropa Press

Disfrutando de un gran momento profesional, a Miguel Ángel tampoco le va mal en el amor. Hace poco podíamos ver unas imágenes suyas besando a una mujer en el centro de Madrid. La afortunada se llama Angie y está estudiando Protocolo y Organización de Eventos. Ambos se mostraron muy cariñosos y sonrientes durante un paseo por las calles de la capital.

El actor, que aparecía esta semana desnudo en la portada de la revista ‘Esquire’, reconocía que era “muy tradicional y muy conservador para algunas cosas del amor". Además, a punto de cumplir 41 años, confesaba que cuando había estado enamorado había sentido la necesidad de tener hijos pero, en este momento, no lo tenía tan claro. “No sé a dónde voy a ir a parar. No sé si es que no tengo el tiempo, si es que no estoy preparado…”. Sin embargo, destacaba que, a nivel general, perdiendo el control se sentía más feliz. “Confío en el fallo porque con él aparece la espontaneidad. Y con la espontaneidad, algo nuevo”.