
Estilo
Miranda Rijnsburger derrocha glamour por las calles de Marbella
La mujer de Julio Iglesias llegó en junio a la finca familiar Cuatro Lunas


La exmodelo holandesa, madre de cinco hijos junto al cantante, añade cada verano un plus de sofisticación y glamour a la ciudad malagueña. Desde hace varios años, ha encontrado su refugio en las Cuatro Lunas, la finca familiar situada entre Ojén y Marbella, a unos diez kilómetros de Puerto Banús y a media hora del aeropuerto de Málaga, una ubicación estratégica para sus movimientos sin perder la privacidad que busca en España. Dispone también de dos helipuertos.
Su paraíso particular
La casa, de estilo andaluz tradicional, mide unos 900 metros cuadrados y tiene siete dormitorios, además de un estudio de grabación, sala de juegos, gimnasio, capilla privada y varias estancias para el servicio. En su exterior, cuenta con piscinas, jardines exquisitamente cuidados durante todo el año y bosques de alcornoques y cipreses centenarios.
Miranda es, según ha reconocido el cantante, la mujer que más feliz le ha hecho: "La mujer a la que más quiero y la que más he querido en toda mi vida, la más importante de todas". Contrajo matrimonio con ella en 2010, después de dos décadas de vida en común, precisamente en la capilla de Cuatro Lunas. El próximo 24 de agosto celebran sus 15 años de casados. "Nos casamos aquí porque tanto yo como mi mujer adoramos España y estamos muy felices en nuestra casa en Marbella", declaró Iglesias a la revista "¡Hola!".

A pesar de su pasión por la Costa del Sol, el artista no ha vuelto a Cuatro Lunas desde 2020. Una de las razones es su salud. Aunque su estado general es bueno, y así lo aclara su entorno, arrastra problemas de espalda que complican su movilidad. Se especula también con la posibilidad de que trate de evitar la atención mediática y, especialmente, imágenes que puedan mostrar el lógico deterioro físico de sus 81 años. Todo hace pensar que en Punta Cana encuentra el mejor acomodo para pasar sus veranos, alejado de los focos y de juicios incómodos y centrado en sus proyectos supervisando la producción de su serie biográfica en colaboración con Netflix.
Quienes sí visitan cada año la Costa del Sol son sus hijas Cristina y Victoria, que pasan largas temporadas junto a su madre. En Cuatro Lunas, donde disponen de cuadras, caballos y senderos, pueden practicar la hípica, una de sus grandes pasiones.
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