Ronald Fenty, el padre de Rihanna, ha fallecido a los 70 años en Los Ángeles tras una breve enfermedad, según ha confirmado la revista "People". La causa oficial y la fecha exacta de su muerte aún no han sido comunicadas, pero se sabe que fue hospitalizado en el Cedars-Sinai Medical Center, donde estuvo acompañado en sus últimos momentos por varios miembros de su familia, incluida su hija más famosa.

A pesar de la difícil relación que mantenían desde hace años, Rihanna decidió estar presente para despedirse de su padre. La artista, embarazada de su tercer hijo, ha optado por la discreción absoluta en estos días. Ni ella ni su equipo han hecho declaraciones, pero su silencio dice mucho. Según publicó "TMZ", se la vio llegar al hospital el pasado 28 de mayo junto a su hermano Rajad, lo que confirma su voluntad de cerrar un ciclo de forma privada y en paz.

Episodios dolorosos

La historia entre Rihanna y Ronald Fenty ha estado marcada por tensiones y episodios dolorosos. Las adicciones del patriarca al alcohol y a las drogas, así como los abusos sufridos por la madre de la cantante, Monica Braithwaite, fueron durante años el epicentro de la fractura familiar. Aunque compartieron hogar en Bridgetown, Barbados -en la casa que ahora da nombre a la famosa "Rihanna Drive"-, la convivencia fue compleja. La pareja se separó cuando la cantante aún era adolescente, y el divorcio llegó oficialmente en 2002.

En distintas entrevistas, Rihanna no ha esquivado hablar de esa turbulenta relación. En 2009, tras el incidente de violencia con Chris Brown, su padre habló con la prensa sin su consentimiento. "Fue realmente extraño… creces con tu padre, lo conoces, eres parte de él… y entonces hace algo que no puedes ni comprender", confesó años después a "Vogue". En 2019, llegó incluso a demandarlo por utilizar su nombre en negocios sin autorización.

Sin embargo, el desenlace ha sido otro. Pese a las diferencias, la cantante ha optado por la compasión, poniendo el foco en acompañarlo en su despedida. A veces, incluso en las familias más rotas, el final permite un gesto de humanidad.

Ronald deja tras de sí cinco hijos: Rihanna y Rorrey, fruto de su matrimonio con Braithwaite, y otros tres -Samantha, Kandy y Jamie- nacidos de relaciones anteriores. Su historia, por momentos oscura, ha sido también parte del complejo viaje vital de una de las artistas más influyentes del mundo.