Más fuerte

La nueva vida de Isabel Preysler tras Vargas Llosa

La socialité, apoyada por su entorno, vuelve a resurgir como reina de corazones después de los golpes que ha recibido en los últimos meses

Isabel Preysler con botas altas.
Isabel Preysler con botas altas.GTRES

Seguir guardando silencio no era una opción. No al menos para una Isabel Preysler que durante los últimos meses ha visto denostada su imagen tras las constantes polémicas en las que ha estado envuelta principalmente a raíz de su ruptura con Mario Vargas Llosa. Cuando la socialité parecía haber tocado fondo, tras las acusaciones póstumas de Laura Boyer, tanto su familia como diversas figuras cercanas, -entre las que ha destacado su exmarido Julio Iglesias-, han acudido al amparo de la reina de corazones para hacerla aún más fuerte. Y así lo demostraba hace solo unos días: «No solo he pasado página, sino que he cambiado de libro», declaraba Isabel de manera firme en relación a su separación con el premio Nobel.

Haciendo patente su nueva realidad, la ex de Vargas Llosa se limitó a añadir que no tenía contacto con él desde que tuviese lugar su ruptura hace ya más de dos meses. Con ello, pretendía poner un punto y final a las continuas llamadas de atención de éste y de sus hijos, que insisten en mostrar lo feliz que se encuentra el escritor peruano lejos de Isabel y cerca de Patricia Llosa. Y así lo reiteraba ella en su reaparición pública durante el Día de la Mujer. Fiel a su estilo respetuoso y elegante ante la prensa, no solo respondió a todas las preguntas de los reporteros sino que, en relación a su romance con el premio Nobel, quiso dejar claro que para ella era ya una cosa del pasado.

Isabel Preysler y Vargas Llosa
Isabel Preysler y Vargas LlosaMARISCALAgencia EFE

Pero si de algún lugar ha sacado fuerzas para recuperar su trono Isabel, sin duda ha sido gracias al apoyo de sus más allegados. Si bien su hija Tamara confesaba que su progenitora no estaba pasando por su mejor momento debido a los golpes continuos que ha estado recibiendo últimamente, tanto ella como su hermana Ana han defendido el papel de una mujer excepcional en sus vidas. «Para nosotros, sus hijos, es la mujer que nos inspira cada día y a la que admiramos como a nadie», escribía esta última en sus redes sociales por el 8-M. Con estas palabras, además, Ana se posicionaba públicamente junto a su madre tras el fallecimiento de su hermana Laura y las declaraciones que ésta dio antes de morir, las cuales dañaron aún más la imagen de la socialité. Discreta como acostumbra a ser, la mujer de Fernando Verdasco solo utilizó una frase para dejar muy claro de qué lado estaba y cuál era su prioridad en este momento. Aunque si hay alguien que ha ayudado sobremanera en el resurgir de la reina de corazones, sin duda, ha sido el cantante Julio Iglesias.

Un inesperado capote

No es la primera vez que el primer marido de Isabel Preysler habla bien de ella, y en esta ocasión no iba a ser diferente. Aunque ambos finalizaron su relación a finales de la década de los 70, el cantante ha querido posicionarse junto a ella en estos duros momentos. «Me estoy metiendo en camisa de once varas y esto no es propio de mí, pero quiero hacerlo por mi exmujer, porque se lo merece y porque es profundamente injusto cómo se están comportando con ella», comenzaba declarando a la revista «Hola» en referencia a la entrevista póstuma de Laura Boyer y a los diferentes ataques que ha estado recibiendo por parte del clan Vargas Llosa.

Isabel Preysler: los días en que comía bocadillos con Julio Iglesias
Isabel Preysler: los días en que comía bocadillos con Julio Iglesiaslarazon

De hecho, no vacilaba a la hora de dar su punto de vista sobre la polémica de su separación con el escritor: «El comportamiento del señor Vargas Llosa ha dejado mucho que desear. Fuera como fuese la ruptura, un caballero y un señor sabe cómo acabar las cosas. Se sale públicamente y se le desea a la otra persona toda la felicidad. Y si alguien quiere entrometerse, se dice que es un tema de dos que hay que respetar». Esta alusión, directa a los gritos de libertad plena y felicidad del Nobel tras la separación, unidos a las amenazas de sus hijos de no tenerle ningún miedo a la socialité, hacían que el cantante terminase aclarando que Isabel es excepcional, «una campeona de verdad». «Como madre -añadía- es ejemplar, cariñosa y generosa, y como mujer, un diez».

Esta defensa pública, unida al apoyo incondicional de sus hijos y de la abogada de Miguel Boyer, que quiso aclarar ante las dudas el buen hacer de Preysler con su herencia, ha generado el clima perfecto para que Isabel resurja en medio de la tempestad y recupere su trono de reina de corazones.