El nuevo proyecto de Kiko Hernández que le consolida como personalidad de Melilla

Kiko Hernández y Fran Antón atraviesan uno de los momentos más dulces de su vida. Parecen disfrutar de una eterna luna de miel desde que se dieron el “sí, quiero” en septiembre de 2023, y aunque al principio intentaron llevar su relación con toda la discreción posible, ahora no escatiman en muestras de amor públicas.

Una dicha personal que casa también con la profesional. Los dos gestionan la productora KH Antón, bajo la que ya se han desarrollado diferentes proyectos, como varias obras de teatro, un spot contra la violencia de género o la celebración de un evento de bienvenida a medio centenar de representantes de los 27 Estados miembros de la Unión Europea que participaron en la Comisión de Educación del Consejo de la Unión Europea con Gobierno de Melilla.

Precisamente, la ciudad autónoma parece el centro neurálgico de su actividad profesional, puesto que allí inauguraron el pasado 1 de junio El cielo de Melilla, un bar situado en la terraza del Hotel Melilla Centro, en la quinta planta. Un enclave de altura que ofrece "las mejores vistas" de la ciudad, coctelería de autor y actuaciones en directo. Una propuesta vanguardista para Melilla que pese a las críticas iniciales parece haber tenido buena acogida entre el público.

También en la ciudad autónoma, Kiko Hernández acaba de confirmar que ejercerá como maestro de ceremonias en la gran inauguración de Hera Clinic, un nuevo centro estético que abrirá sus puertas de forma oficial el próximo lunes 23 de diciembre.

El centro está especializado en medicina estética y odontología, aunque también ofrece servicios de podología y fisioterapia. Por lo visto, sus responsables han querido contar con Kiko Hernández como el rostro conocido que hace las veces de reclamo en este tipo de eventos, una elección que consolida al tertuliano como personalidad de Melilla, una ciudad que desde hace tiempo no para de ofrecer nuevos retos laborales al exconcursante de “Gran Hermano”.

De hecho, LA RAZÓN puede confirmar que Hernández ya se codea con algunos de los nombres más influyentes de Melilla, un círculo de amistades poderoso que divide a la opinión pública. Mientras algunos vecinos están encantados con que el colaborador lleve por bandera el nombre de su ciudad más allá de sus límites geográficos, otros miran con cierto resquemor y recelo su paso al frente como rostro destacado de la autonomía.

Lo cierto es que Hernández parece haberse enamorado no solo de Antón, sino de su tierra natal, y desde que se casaron vive a medio camino entre Madrid, donde trabaja en “Ni que fuéramos Shhh” y tiene la casa en la que vive con sus hijas, y Melilla, a donde viaja de forma frecuente.