
Opinión
Óscar puente aspira al Nobel
Revelaré su gran sueño: adicto a las redes, trabaja tanto hasta en sus vacaciones porque aspira a ser el primer tuitero galardonado con el premio Nobel de Literatura

Groucho Marx: «Nunca olvido una cara, pero con usted voy a hacer una excepción». Sin caer en la cacofobia, porque uno tampoco es Brad Pitt, la cara de Óscar Puente es inolvidable sin excepciones. Además él se empeña a diario en que sea así: líos en internet y caos ferroviario. Miles de pasajeros, varados en estaciones o en mitad de la nada, recuerdan no solo su rostro, sino también enmierdan su nombre en maldiciones y airadas quejas, como es costumbre en el desahogo de los grandes cabreos. No encuentra solución a las averías en catenarias y locomotoras. Tampoco al robo de cobre. No hay un plan B para que el AVE resucite cual Ave Fénix y haga sus recorridos como antes y vuelva a ser ejemplo de puntualidad.
Óscar Puente opta a la omnipresencia en nuestra vida diaria como un dios del Olimpo
Pese a todo eso o precisamente por todo eso, Óscar Puente opta a la omnipresencia en nuestra vida diaria como un dios del Olimpo, que para algo es rendido adorador del Apolo de la Moncloa. En la mitología griega, el Caos es la primera entidad existente, un vacío del que surge todo; así que Óscar sería un vacío caótico que cada día pare un estruendoso Big Bang. El dios del rayo que no cesa y que amarga las vacaciones a miles de turistas. El pirómano que aviva las llamas del país que arde utilizándolas de forma partidista: 50 tuits lanzó contra Moreno y Mañueco, leo, en un tiempo récord. Dicen que esa actitud es miserable. No, es que practica la política de tierra quemada, como buen general en retirada. Revelaré su gran sueño: adicto a las redes, trabaja tanto hasta en sus vacaciones porque aspira a ser el primer tuitero galardonado con el premio Nobel de Literatura. Tuit a Mañueco con recado a Mazón: «No hay desgracia que no les pille de farra». Ingenio, lirismo y cara inolvidable, sí.
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