Óscar Puente, un estilo cajón de-sastre

Todo el mundo tiene claro que a Óscar Puente no se le puede decir eso que escribía Neruda de «me gusta cuando callas», porque el ministro de Transportes no se calla ni debajo del agua. En cambio, su estilo sí que es mucho más callado o, al menos, eso parece intentar el exalcalde de Valladolid.

Polémico como pocos políticos hoy en día, su estilo tiene bastante del toque áspero que él le aporta a la vida del Congreso. En su caso, sobre todo, nos damos cuenta de que busca ser el enterado de la clase, pero le pasa como le sucedió en su Ministerio con los trenes de vía estrecha entre Cantabria y Asturias: el pliego se lo leyeron, pero fallaron en las medidas. Eso se observa, por ejemplo, con los puños de algunas de sus americanas. Lo normal es que los botones estén justo al inicio de la manga, pues bien, si se fijan bien, verán que a veces los llega a tener hasta a diez centímetros de distancia. Seguramente, dadas las portentosas medidas del ministro, alguien le arregló la chaqueta… mal.

Las medidas del traje es una de las asignaturas que se lleva para este septiembre, ya que otra cosa a la que tiene que prestar atención es a los cuellos de las chaquetas y el largo de las americanas (no digamos ya cuando va de esmoquin). El mejor consejo es que, igual que algunos alumnos que suspenden van a un profesor particular, él debería de ir a un sastre. La colección de corbatas está clara que es más amplia que el listado de trenes que funcionan en Cercanías y, aunque a veces se equivoque en el tejido, al menos valoramos positivamente la variedad. Enterado como está de la moda, se suele colocar un pañuelo en la americana, solo que tienen menos gracia que el desafortunado comentario que hizo sobre la boda de Antonio Rossi: debería darles más aire, más volumen, vamos, más gracia. Como a todo en general.