Parecidos

Pablo Perillo, el doble de Bruce Willis: «Me confunden y creen que todo está bien»

El actor argentino de 55 años cuenta a LA RAZÓN como condicionará su carrera la enfermedad del intérprete americano

Fotografía de archivo fechada el 9 de enero de 2019 del actor estadounidense Bruce Willis
Fotografía de archivo fechada el 9 de enero de 2019 del actor estadounidense Bruce WillisWILL OLIVERAgencia EFE

S i no fuese por el evidente deterioro que la demencia frontotemporal está dejando en Bruce Willis, habría que echar mano de un especialista para verificar la diferencia entre el actor y Pablo Perillo, su doble oficial. Nadie sabe cómo se las compone este actor argentino de 55 años para dibujar en su rostro la misma media sonrisa pícara sin perder el rictus de tipo duro y socarrón que más de uno habría borrado con un buen mamporro (en la pantalla, entiéndase). Ahora que el actor ha recibido el fatal diagnóstico, LA RAZÓN ha contactado con su doble para saber más de él y cómo le condicionará su carrera.

Perillo vive estos días con perplejidad. Dicen que la industria del cine nunca conoció un parecido más asombroso y eso que le costó acostumbrarse a vivir una gloria que realmente no le pertenecía, a encajar el estrellato en su realidad más que normal. Más de una vez su cabeza se ha preguntado si no estaría perdiendo un poco el norte, aunque nunca dejó de tener los pies en la tierra. «Estoy impactado por el cariño que estoy recibiendo –dice–. Me preguntan por él y me transmiten mensajes de fuerza. Incluso me miran con la esperanza de pensar que soy él. Me confunden y creen que todo está bien». Al preguntarle si tiene alguna información más de la que nos llega, asegura que, cuando habla con su hermana, se queja porque no todo lo que se dice es cierto. «Hay cosas que se exageran», añade.

Ya en tiempos de «Luz de luna» (1985-1989), la serie que le abrió las puertas del cine a Willis, la gente empezó a apreciar el mismo aire y le animaron para inscribirse en un concurso del canal TNT Sports basado en parecidos con estrellas de Hollywood. Lo ganó y le invitaron a la entrega de los premios SAG Awards para que lo viviese como si fuese realmente la celebrity. Le trasladaron en limusina y caminó por la misma alfombra que Denzel Washington o Sutherland. «Matthew Perry me confundió con él», confiesa. Era solo el anticipo de lo que vino después.

Gesto gamberro

Perillo fue creciendo como actor y ganó en matices. Igual que Willis, no necesita fingir su gesto gamberro. También su rostro ha ido endureciéndose del mismo modo y, qué cosas, su cabeza fue perdiendo el pelo igual. «La pérdida de cabello es la forma en que Dios me dice que soy humano», declaró en una ocasión la estrella. Se igualan incluso en su aura de perdedor incorregible. Hasta cuando viste un esmoquin podría aplicarse las palabras del crítico Álex Pappademas: «Parece que viene de pelear contra un toro con él puesto». Si en algo se distancia con el real –con el mismo que pidió cuatro segundos para vérselas con Saddam Hussein– es en palizas. Siempre serán menos que las que ha recibido el ex de Demi Moore.

Bruce Willis, en una imagen de archivo de 2019
Bruce Willis, en una imagen de archivo de 2019Charles SykesCharles Sykes/Invision/AP

Recientemente, Perillo fue convocado para la producción de cinco películas como doble. «Me habría ilusionado mucho, pero se han truncado. Ahora sigo como doble en varios cortos cinematográficos y algunas marcas, aunque aún no sé qué continuidad tendrá todo esto. He tenido propuestas de campañas publicitarias en Estados Unidos, Uruguay y Argentina. Todo está en el aire». Mientras piensa en su futuro, que define «incierto», su gran deseo es «una mejoría o, al menos, una buena calidad de vida. Se lo merece. Emocionalmente a uno le pega ver su cambio físico porque representa al hombre duro, al héroe invencible. Obviamente nadie tiene la vida comprada y no es lindo verlo así».

Quiere seguir haciendo lo mejor que pueda con lo que tiene, aprovechando las oportunidades como doble de Willis y, a pesar de sentirse cómodo, también se tomará tiempo para dar un giro a su carrera. «Podría ser una oportunidad para despegarme de este papel y trabajar como actor, pero entiendo que no puedo disimular el parecido. Es una cuestión natural». No le falta razón. Mirarle es pensar que el tiempo se detuvo en Willis y, aunque le sobra músculo, se resiste a pensar en sí mismo como el más firme aspirante a un nuevo Bruce Willis.

El actor ya tiene réplica digital

Poco después de anunciar su retirada, se dijo que el actor había tomado una decisión pionera en la industria del cine al ser el primero en vender sus derechos de imagen a DeepCake, una empresa especializada en tecnología deepfake. Aunque su representante negó tal acuerdo, puesto que los derechos de imagen solo le pertenecen a Bruce Willis, la compañía ha creado un gemelo digital que ya ha participado en la producción de un spot publicitario para una compañía de telecomunicaciones rusa. Su imagen podría ser replicada digitalmente en películas, series y videojuegos.